Conocer la Biblia es muy importane para todos nosotros, especialmente en los momentos más difíciles de nuestra vida, porque Dios habla con nosotros por medio de Su Palabra. El Espíritu Santo nos conduce, nos orienta, y cuando pasamos por tribulaciones, Él nos hace recordar lo que está escrito en la Biblia, una Palabra de Dios que nos conforte. Pero solo la recordaremos si la conocemos.
Por eso, elaboramos un plan para que usted lea la Biblia en 1 año. Si usted todavía no comenzó, haga clic aquí y empiece ahora, no lo deje para mañana. Usted verá cómo se transformará su vida.
Si usted ya está en este propósito, acompañe la lectura de hoy:
2° Crónicas 8
1 Y sucedió que al cabo de los veinte años, en los cuales Salomón había edificado la casa del Señor y su propia casa,
2 reedificó las ciudades que Hiram le había dado, y estableció allí a los hijos de Israel.
3 Después Salomón fue a Hamat de Soba y la tomó.
4 Y reedificó Tadmor en el desierto y todas las ciudades de almacenaje que había edificado en Hamat.
5 También reedificó Bet-horón de arriba y Bet-horón de abajo, ciudades fortificadas, con muros, puertas y barras;
6 y Baalat y todas las ciudades de almacenaje que Salomón tenía, y todas las ciudades para sus carros, y las ciudades para sus hombres de a caballo, y todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en toda la tierra de su dominio.
7 A todo el pueblo que había quedado de los hititas, amorreos, ferezeos, heveos y de los jebuseos, que no eran de Israel,
8 es decir, a sus descendientes que habían quedado en la tierra después de ellos, a quienes los hijos de Israel no habían destruido, Salomón les impuso leva de servidumbre hasta el día de hoy.
9 Mas de los hijos de Israel Salomón no hizo esclavos para su obra, porque ellos eran hombres de guerra, sus capitanes escogidos, los comandantes de sus carros y sus hombres de a caballo.
10 Y estos eran los principales oficiales del rey Salomón: doscientos cincuenta que gobernaban sobre el pueblo.
11 Y Salomón hizo subir a la hija de Faraón de la ciudad de David a la casa que él le había edificado; pues dijo: Mi mujer no habitará en la casa de David, rey de Israel, porque son sagrados los lugares donde el arca del Señor ha entrado.
12 Entonces Salomón ofreció holocaustos al Señor sobre el altar del Señor que había edificado delante del pórtico;
13 y lo hizo conforme a lo prescrito para cada día, ofreciéndolos conforme al mandamiento de Moisés, para los días de reposo, las lunas nuevas y las tres fiestas anuales: la fiesta de los panes sin levadura, la fiesta de las semanas y la fiesta de los tabernáculos.
14 Y conforme a las ordenanzas de su padre David, designó las clases sacerdotales en sus servicios, a los levitas en sus deberes de alabar y ministrar delante de los sacerdotes según lo prescrito para cada día y a los porteros por sus clases para cada puerta; porque así lo había ordenado David, hombre de Dios.
15 Y no se apartaron del mandamiento del rey tocante a los sacerdotes y a los levitas en cosa alguna, ni tocante a los almacenes.
16 Así fue llevada a cabo toda la obra de Salomón desde el día en que se echaron los cimientos de la casa del Señor hasta que fue terminada. Así fue acabada la casa del Señor.
17 Entonces Salomón fue a Ezión-geber y a Elot junto a la costa en la tierra de Edom.
18 Y por medio de sus siervos, Hiram le envió naves y marinos conocedores del mar; y éstos fueron con los siervos de Salomón a Ofir, y de allí tomaron cuatrocientos cincuenta talentos de oro, que llevaron al rey Salomón.
3° Juan 1
1 El anciano al amado Gayo, a quien yo amo en verdad.
2 Amado, ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud.
3 Pues me alegré mucho cuando algunos hermanos vinieron y dieron testimonio de tu verdad, esto es, de cómo andas en la verdad.
4 No tengo mayor gozo que éste: oír que mis hijos andan en la verdad.
5 Amado, estás obrando fielmente en lo que haces por los hermanos, y sobre todo cuando se trata de extraños;
6 pues ellos dan testimonio de tu amor ante la iglesia. Harás bien en ayudarles a proseguir su viaje de una manera digna de Dios.
7 Pues ellos salieron por amor al Nombre, no aceptando nada de los gentiles.
8 Por tanto, debemos acoger a tales hombres, para que seamos colaboradores en pro de la verdad.
9 Escribí algo a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le gusta ser el primero entre ellos, no acepta lo que decimos.
10 Por esta razón, si voy, llamaré la atención a las obras que hace, acusándonos injustamente con palabras maliciosas; y no satisfecho con esto, él mismo no recibe a los hermanos, se lo prohíbe a los que quieren hacerlo y los expulsa de la iglesia.
11 Amado, no imites lo malo sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios.
12 Demetrio tiene buen testimonio de parte de todos y de parte de la verdad misma; también nosotros damos testimonio y tú sabes que nuestro testimonio es verdadero.
13 Tenía muchas cosas que escribirte, pero no quiero escribírtelas con pluma y tinta,
14 pues espero verte en breve y hablaremos cara a cara.
15 La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda a los amigos, a cada uno por nombre.
Habacuc 3
1 Oración del profeta Habacuc, en tono de Sigionot.
2 Oh Señor, he oído lo que se dice de ti y temí. Aviva, oh Señor, tu obra en medio de los años, en medio de los años dala a conocer; en la ira, acuérdate de tener compasión.
3 Dios viene de Temán, y el Santo, del monte Parán. (Selah) Su esplendor cubre los cielos, y de su alabanza está llena la tierra.
4 Su resplandor es como la luz; tiene rayos que salen de su mano, y allí se oculta su poder.
5 Delante de El va la pestilencia, y la plaga sigue sus pasos.
6 Se detuvo, e hizo temblar la tierra, miró e hizo estremecerse a las naciones. Sí, se desmoronaron los montes perpetuos, se hundieron las colinas antiguas. Sus caminos son eternos.
7 Bajo aflicción vi las tiendas de Cusán, temblaban las tiendas de la tierra de Madián.
8 ¿Te indignaste, Señor, contra los ríos? ¿Contra los ríos fue tu ira, contra el mar tu furor, cuando montaste en tus caballos, en tus carros de victoria?
9 Tu arco fue desnudado por completo, las varas de castigo fueron juradas. (Selah) Con ríos hendiste la tierra;
10 te vieron los montes y temblaron, el diluvio de aguas pasó; dio el abismo su voz, levantó en alto sus manos.
11 El sol y la luna se detuvieron en su sitio; a la luz de tus saetas se fueron, al resplandor de tu lanza fulgurante.
12 Con indignación marchaste por la tierra; con ira hollaste las naciones.
13 Saliste para salvar a tu pueblo, para salvar a tu ungido. Destrozaste la cabeza de la casa del impío, descubriéndolo de arriba abajo. (Selah)
14Traspasaste con sus propios dardos la cabeza de sus guerreros que irrumpieron para dispersarnos; su regocijo fue como el de los que devoran en secreto a los oprimidos.
15 Marchaste por el mar con tus caballos, en el oleaje de las inmensas aguas.
16 Oí, y se estremecieron mis entrañas; a tu voz temblaron mis labios. Entra podredumbre en mis huesos, y tiemblo donde estoy. Tranquilo espero el día de la angustia, al pueblo que se levantará para invadirnos.
17 Aunque la higuera no eche brotes, ni haya fruto en las viñas; aunque falte el producto del olivo, y los campos no produzcan alimento; aunque falten las ovejas del aprisco, y no haya vacas en los establos,
18 con todo yo me alegraré en el Señor, me regocijaré en el Dios de mi salvación.
19 El Señor Dios es mi fortaleza; El ha hecho mis pies como los de las ciervas, y por las alturas me hace caminar. Para el director del coro, con mis instrumentos de cuerda.
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