“Pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios” 2 Pedro 1:21
Dios escogió a hombres que anduvieron en sus preceptos, que daban oídos para obedecer su voz, por eso fueron usados para escribir, divulgando su voluntad a su amado pueblo.