“Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario, porque el Señor escudriña los corazones de todos y entiende toda intención de los pensamientos. Si tú lo buscas, lo hallarás; pero si lo dejas, él te desechará para siempre.” 1 Crónicas 28.9
David guío a su hijo Salomón a tener un corazón sincero delante de Dios, pues Él lo sabe y ve todo. Si nosotros lo buscamos, Él se dejará ser hallado por nosotros, pero si lo dejamos, seremos por Él rechazados por toda la eternidad. ¡No pierda tiempo! ¡Busque ahora mismo!