No es un mal momento, ni un mal día. Es como si la angustia invadiera cada espacio de la vida. Se puede tener una familia, amigos, el trabajo soñado, nada de eso podrá dar consuelo. Cada minuto que pasa, el peso se hace más difícil de llevar.
Algunos días, el éxito no es suficiente y se pierde la consciencia de los problemas que lo rodean, aunque parezcan más graves. Otros parece que todo va a salir bien, la euforia se desata en el interior, una explosión que puede durar horas, días, pero que después se desvanece para darle lugar a una irremediable desesperanza.
Se puede vivir así por años y quizás nadie lo note o todos piensen que es falta de voluntad. Pero quien lo vive reconoce que dentro de sí hay algo que no la suelta, es esclava de un sentimiento que ni siquiera reconoce.
La depresión es un trastorno que afecta las emociones, la conducta y la percepción que se tiene de la realidad. El depresivo tiende a poseer una visión muy negativa de sí mismo y del mundo.
Señales de alerta
Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta sobre la depresión, debido al alto riesgo que tienen las personas que la sufren de cometer suicidio.
Según las estimaciones de la OMS, la depresión afecta a unas 300 millones de personas en el mundo. Tal como consigna en uno de sus informes, la enfermedad puede convertirse en un grave problema de salud. “Hay diagnósticos que están asociados con el riesgo suicida: trastornos depresivos, trastorno bipolar o el trastorno límite de la personalidad. Hay muchas más posibilidades de encontrarse frente a un intento de suicidio o un suicidio concretado si la persona presenta alguno de estos diagnósticos”, asegura Eduardo Keegan, profesor de Psicoterapia de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Cuáles son las señales de alerta que presenta alguien frente a esta situación:
• Aumenta el nivel de desesperanza en el sujeto.
• Crece el escepticismo frente a un posible cambio en el presente o en el futuro.
• Una mejoría abrupta, podría deberse a que ya tomaron la decisión de suicidarse.
• Hablan sobre el suicidio.
Datos alarmantes
Cada año, 800 mil personas terminan con su vida
Cada 40 segundos una persona se quita la vida
Por cada uno que se suicida, otros 20 lo intentaron.
El Obispo Macedo comenta que, “Tratar la depresión es tratar al alma. Y para hacerlo solo existe un camino: oír la Palabra de Dios; meditar en la Santa Biblia y absorver Su Espíritu. El Señor Jesús dijo: “El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”, (Mateo 4:4). Si sufre de algún trastorno depresivo y no pudo encontrar la ayuda que necesita, participe este viernes a las 8, 10, 12, 16 y 20 h en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a usted.