“Tu nombre es como perfume derramado; por el olor de tu suave perfume las vírgenes se enamoran de ti.” Cantares 1.3
Me gusta mucho usar perfume, pero aquel que es discreto, que lo notas pero no cansa o hace que las personas a tu alrededor se mareen …
Creo que el perfume no fue creado para disgustar a nadie y sí traer un cierto placer … que es a lo que este versículo se refiere.
El nombre de nuestro Señor es tan suave, tan lindo de pronunciar, que se convierte en todo un placer: ¡Jesús! ¡Qué nombre más hermoso, no hay otro con el que se compara! Y como ungüento derramado, su perfume permanece en nosotros durante días, meses, años, toda la vida si así lo mantenemos …
Cuando hablo o escribo sobre Él, mis ojos brillan, mi corazón arde, y mi íntimo suspira de goce … Es por eso que las vírgenes lo aman, pues es esa sensación que Él les da. Las vírgenes aquí representan a su Iglesia, que se mantiene pura en ese mundo tan impuro. Ellas están esperando que el novio llegue … ¡Maranata ven Señor!
Quien lo tiene, tiene el mismo aroma, pues su presencia es derramado en nosotros … ¡ah que día!
En la fe.