“Cuando los hombres de la ciudad se levantaron temprano en la mañana, he aquí, el altar de Baal había sido derribado y cortada la Asera que estaba junto a él, y el segundo novillo había sido ofrecido en el altar que se había edificado.” Jueces 6.28
Cuando ocurre la obediencia de lo que Dios pide, sin pensar en la consecuencia del peligro, como lo hizo Gedeón, dando al Señor el buey más valioso, sucede la liberación y la protección.