“Y allí edificó David un altar al Señor, y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. El Señor escuchó la súplica por la tierra y la plaga fue detenida en Israel.” 2 Samuel 24.25
Cuando se agrada a Dios, se gana. A causa de esta fe, Él tiene el placer de bendecir la tierra y la familia. Él aleja de los suyos todo mal que impera en las tinieblas de este mundo vil.