Es natural que el ser humano siempre priorice sus necesidades, en otras palabras, es como el dicho “el pan, aunque sea duro, más vale para mí que para ninguno”. Es como la ansiedad, cuando el “yo” siempre está en primer plano.
Lo que la mayoría de las personas no saben es que existe un remedio definitivo para la ansiedad (1 Reyes 17:13). Escucha el audio arriba y conoce cuál es ese remedio (8min.).