La República Gabonesa, o Gabón, es un pequeño país africano que dejó de ser colonia francesa en 1960, después de conquistar su independencia. Desde entonces, está en constante ascenso y ya se convirtió en el territorio con mayor índice de Desarrollo Humano (IDH) de África subsahariana -parte del continente ubicado al sur del Desierto de Sahara.
A pesar de eso, lamentablemente, ese avance no es para toda la población. De acuerdo con el obispo Fabiano da Conceição Telis, responsable de la Universal en el país, la riqueza está concentrada en manos de pocas personas. Por otro lado, buena parte de la población está en la miseria, lo que estimula la búsqueda del crecimiento económico a través de las prácticas espirituales.
Desarrollo
El trabajo evangelístico existe en el país hace 21 años, con reuniones realizadas en francés, la lengua oficial de Gabón. El obispo Fabiano cuenta que los primeros pastores tuvieron que enfrentar rígidas restricciones con relación a la entrada y salida de extranjeros. “Con mucha lucha y sacrificio fuimos ganando la confianza de las autoridades y mostrando que nuestro interés es hacer la Obra de Dios. Conquistamos nuestro espacio, la Iglesia se ha desarrollado y es vista de forma positiva”.
Actualmente, el territorio cuenta con tres núcleos de oración y quince iglesias, entre ellas la Sede nacional, ubicada en la capital, Libreville. La inauguración fue el 9 de marzo de 2014 y se convirtió en el momento más importante de la Universal en el país.
“Al principio, las personas no creían que podíamos construir una Obra de esa dimensión sin la ayuda del gobierno, pero mostramos que no medimos esfuerzos para darle a los sufridos un lugar que les enseñe a encontrar la solución a sus problemas y para alcanzar la Salvación del alma”, dice el obispo.
Añade que, aun siendo un país muy diferente a Brasil, las barreras culturales no fueron capaces de impedir que el pueblo se identificara con el trabajo. “El pueblo recibe muy bien el mensaje de fe inteligente, pues usa la cabeza, es menos emotivo. Pero la danza es algo importante en las reuniones, a la población le gusta expresar alegría por medio de la música y de la danza.”
Entre los proyectos que la Universal mantiene en el país están el Grupo ABC, que realiza un trabajo social con diferentes tipos de donaciones; el Grupo Caleb, para la tercera edad; el Centro de Alfabetización Universal, que promueve diferentes cursos como francés, inglés e informática; el Godllywood; y la Fuerza Joven Universal (FJU).
Fue la FJU la que ayudó a Essouki Golden Steph. “Yo estaba lleno de problemas sentimentales, familiares, estaba desempleado y, para tener momentos de alegría y esconder la tristeza, me sumergía en fiestas en discotecas, drogas y prostitución.”
Cuando escuchó hablar de Jesús, vio una nueva perspectiva de vida y, en el 2013, comenzó a formar parte de la FJU. “Al principio no es fácil, pero, involucrándome en las actividades realizadas por el grupo, haciendo las cadenas y conociendo la voluntad de Dios, logré cambiar de vida”, afirma.