Recientemente, el Arca de la Alianza llegó a Boston, en el estado de Massachusetts, Estados Unidos. La llevaron los sacerdotes en una concentración con más de 4 mil personas, en el Centro de Convenciones de Boston.
La reunión se ministró a la comunidad brasileña que vive en la ciudad, pero, además de los habitantes de Boston, también personas de Nueva York, Nueva Jersey, Filadelfia, Rhode Island, Maryland y Connecticut estuvieron en el lugar para prestigiar la entrada del Arca.
Durante el encuentro, el obispo Edir Macedo resaltó que el mayor de todos los milagros es el que sucede dentro de nosotros. “Pasamos a ver la vida de otra manera, y es esto lo que les sucede a todos los que están aquí a partir de hoy”, determinó el obispo.
Los resultados
El obispo Marcio Carotti, responsable del trabajo de la Universal en las comunidades brasileñas de los Estados Unidos, clamó en favor de la vida de los presentes. Los resultados fueron inmediatos.
La empresaria Patrícia Camilo de Souza, de 42 años, soportó más de dos horas de viaje desde su ciudad, Hillside (Nueva Jersey), hasta el lugar del evento. Ella cuenta que fue con fe para encontrar la cura de un cáncer de mama, enfermedad que enfrenta desde el 2017 y que, como consecuencia, se le fracturó la columna y sufría con mucho dolor por todo el cuerpo.
A lo largo del camino hacia la reunión, Patrícia relata que tuvo varias complicaciones, pero no desistió de llegar a la iglesia. Cuando vio el Arca, su oración fue respondida. “A pesar de estar muy cansada por las horas de viaje, me siento muy feliz de haber logrado llegar. Miré mis manos y la hinchazón había bajado. Logré mi objetivo, sé que estoy curada totalmente”, celebra.
Houston, Texas
El Arca también fue recibida por el pueblo de Houston, en el estado de Texas (Estados Unidos), en una reunión especial ministrada por el obispo Bira Fonseca, responsable del trabajo evangelístico con los nativos del país, de la que participaron más de 2 mil personas.
Durante la ceremonia, le dio énfasis a la importancia del bautismo en las aguas. El obispo también explicó que, al decidir entregar su vida a Dios, es necesario que la persona tenga la conciencia de que los viejos hábitos deben abandonarse.
“Cuando nos bautizamos, nos entregamos 100% a Dios como una ofrenda, por lo tanto, no es justo seguir viviendo una vida marcada por el mal”, destacó el obispo.