Los expertos aseguran que las personas “viven hoy en la superficialidad, tienen poca cohesión en sociedad, son poco responsables y eso lleva a un resquebrajamiento social”.
Un estudio del Instituto Panamericano de Investigación para las Relaciones Exitosas e Inteligentes (IPEREI) con sede en Ciudad de México, presentó un estudio que refleja que 8 de cada 10 personas en Latinoamérica, no logran controlar sus emociones. Eso sucede en la vida cotidiana o en las relaciones personales y laborales, debido a que no saben manejar sus emociones y habilidades para la vida.
“La depresión, la ansiedad y la angustia no son más que el resultado de un conflicto que las personas tienen consigo mismas y que no logran resolver”, dijo la terapeuta Rita Jaime, titular de IPEREI.
Neuronas desconectadas, emociones al mando
Pérdida de la empatía
La rutina evita la identificación con las personas que los rodean
Sociedad violenta
El resultado de la sumatoria de todo, es el aumento de casos de violencia extrema
La tecnología
Estar en contacto tanto tiempo con la tecnología incide en que perdamos conexiones neuronales
Sociedad individualista
La rutina diaria nos aísla el uno del otro
Sociedad deprimida
La poca capacidad de manejar las emociones lleva a gran parte a la depresión
Sociedad ansiosa
Las exigencias son mayores que la capacidad de manejo emocional
Limpieza emocional
En el blog del Obispo Macedo encotramos un mensaje con respecto a las emociones: “¿Cuántos ya estuvimos en el caos más profundo? Estábamos tristes y una mirada, una simple falta de atención de quien está cerca y explotábamos.
Lo peor es que cuando alguien se mostraba interesado en escucharme, surgía todo, el pasado que no podía superar, salía a la luz. Me sentía inferior ante los demás.
Hasta que un día fui hasta mi habitación, y hablé con Dios. Le dije que estaba saturado y que nunca más iba a llorar por ese motivo ni volvería a sufrir por ese problema. Cuando hice esa oración sincera, sentí alivio, pero todavía tenía mucho por delante.
Siempre voy a sentir, pero, el secreto es no ser esclavo de los sentimientos. Es tomar el control de la situación, no por la fuerza, pero sí por el Dios al que invoqué. Él me inspiró, me dio la orientación. El Señor me dio fuerzas para comprimir y pisar e hice una limpieza en mi interior”.
Es momento de pedir la ayuda que necesita. Dios es el Único que puede sacarlo de esa situación. Participe este domingo a las 9:30 h en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a su domicilio. Haga clic aquí y vea las direcciones.