Idealizar todos los días las conquistas y los objetivos que deseamos es algo normal. Pero esto se vuelve un peligro cuando esas ideas y planes no salen de nuestra imaginación. Muchas mujeres dejan de realizar lo que tanto desean, viven frustradas y permanecen en su zona de confort por el hecho de que no toman actitudes y no avanzan para conquistar lo que tanto idealizan.
Además de idealizar, es necesario que haya un esfuerzo para realizar aquello que se anhela. En muchas situaciones, el éxito no se logra, precisamente porque la mujer no busca maneras de convertir esos ideales en una realidad.
Para muchas, el esfuerzo no forma parte de su día a día e incluso creen que todo sucede en el momento correcto y que no hay necesidad de interferir en el proceso. Muchas quieren volverse delgadas y dejar de ser sedentarias, pero se acomodan solo en “querer”, no buscan una manera de adelgazar y de estar bien con su propio cuerpo.
Otras quieren crecer profesionalmente y trabajar en una buena empresa, pero no hacen un curso de manejo, ni estudian para actualizarse con las novedades del mercado en el que actúan.
Superar los límites
Nosotras, las mujeres, también necesitamos enfocarnos en aquello que tenemos que mejorar y vencer en nosotras mismas. De esta forma, superaremos nuestros límites y nos volveremos mejores.
La escritora Cristiane Cardoso ejemplifica esa situación al mencionar el esfuerzo diario que tuvo que hacer para vencer la timidez. “Ya fui muy tímida, al punto de no poder hablar con más de una persona al mismo tiempo. Tenía recelo de quedar avergonzada y no quería ahogarme con mis propias palabras, ¿pero de qué servía no querer? Eso me perjudicaba demasiado.”
Cristiane resalta que tomó la importante decisión de cambiar, de sacar el deseo del papel y enfrentar sus límites, lo que exigió una gran dedicación de su parte. “Empecé a hablar en reuniones, incluso toda colorada y viendo en el rostro de las personas el sentimiento de conmiseración, pero no desistí y seguí.”
La comunión con Dios
La falta de este empeño también puede afectar la comunión de la mujer con Dios. “Para que vivamos Su Palabra no es diferente. Si somos tímidas, necesitamos esforzarnos para ser intrépidas; si somos orgullosas, debemos esforzarnos para ser humildes. Es normal que la mujer tenga el deseo de hacer su propia voluntad, pero necesita esforzarse para hacer la voluntad de Dios. Con Dios se necesita mucho esfuerzo diario”, enfatiza Cristiane.
La falta de esfuerzo es el motivo de porqué muchas mujeres “cristianas” no logran mantener la fe. No quieren empeñarse, sacrificar su voluntad y obedecer la Voz de Dios, leer Su Palabra y ponerla en práctica. “Se olvidan de que la misericordia de Dios es para quien se arrepiente y que el arrepentimiento exige esfuerzo”, finaliza la escritora.
Godllywood Autoayuda
Si usted sufre con problemas que le impiden volverse una mujer mejor, participe de las reuniones del Godllywood Autoayuda. El este sábado el 3 de noviembre a las 18 h, en el Templo de la Fe, en Av. Corrientes 4070, Almagro, y en los demás puntos del país por videoconferencia.