Aprendé a enfrentarlos para no dejar que te roben la paz.
Los problemas económicos le pueden quitar el sueño a cualquiera. Debido a ellos, muchas personas no resisten la presión, las deudas, y recurren, incluso, al suicidio en un momento de desesperación.
Es así:
Ingresos limitados, cuentas, deudas, cobradores, familiares, riesgo de quiebra y pérdida de bienes. En este momento, la persona se siente en un pozo del que es imposible salir, pierde el sueño tratando de encontrar una solución y termina perdiendo la confianza en Dios.
Debés entender:
No sirve de nada perder tiempo pensando en cómo resolver el problema. Si buscás a Dios y Lo tenés en tu vida, aprendés a entregarle el problema en Sus manos.
No sirve de nada que pases toda la noche preocupado, pensando en cómo vas a solucionaer tus problemas económicos. Cuando el problema es demasiado grande y no sabés qué hacer, es cuando tenés que entregárselo en las manos al Señor, porque Él sabe qué hacer. Vos tenés que confiar en Él, esperar Su tiempo. Esto te dará fe para dormir, para no dejar que nada te robe la paz.
Mirá:
En Hechos 12:1-17 aprendemos con el ejemplo del apóstol Pedro, quien se vio encarcelado y condenado a muerte. Aun así, tuvo fe y confianza para dormir. Con el apoyo de la oración de toda la iglesia, el milagro sucedió. (versículo 7).
Aprendé más:
No te pierdas la charla «Prosperidad con Dios», todos los lunes, en el Templo de los Milagros, o en la Universal más cercana a tu domicilio, a las 8, 10, 12, 16 o 20 h.