Celeste tuvo una infancia muy difícil. Fue una niña solitaria y con muchos complejos. A los 12 años se enteró de la separación de sus padres y eso la llevó a ser rebelde. Para intentar llamar la atención, huyó de su casa para irse a vivir con familiares. Allí comenzó un verdadero infierno: su primo la abusó sexualmente.
Dos años después, conoció a una persona con un pasado muy conflictivo. Sufrió golpes, maltratos y abusos. A partir de ahí, empezó a consumir drogas, y llegó al punto de prostituirse para conseguirlas. Herida en su interior y con una sed de venganza, pensaba que los hombres servían solo para sacarles dinero.
Los vicios se habían convertido en parte de su vida. Tenía una rutina de muchos excesos y se acostaba con hombres y con mujeres. “Llegué a estar con 28 personas en una noche, drogándome”, relata.
Celeste se autodestruía con mucha rapidez. A los 21 años llegó a pesar 39 kilos. Se mantenía con cocaína y con agua y, además, se inyectaba heroína.
Llegó a la Universal en el fondo del pozo. No desperdició la única oportunidad para cambiar de vida. En una Hoguera Santa sacrificó todo. Quería reconstruir todo su interior, lleno de dolor, a través del recibimiento del Espíritu Santo.
Hoy, disfruta una vida bendecida, está casada con un hombre que la respeta, pudo recibirse de maquilladora profesional y es estudiante de periodismo. Ambos tienen un negocio y conquistaron su terreno. “El Espíritu Santo me da la dirección para poder vencer” finaliza feliz.
¿Usted quiere la manifestación de Dios en su vida? Entonces, participe de la Hoguera Santa de Israel en el Monte Carmelo, este 2018. Busque una Universal e infórmese (consulte la dirección más cercana).
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al 5252-4070.