No existe tiempo, época o día, el infierno invierte siempre en la destrucción de almas.
En esta época, sin embargo, el retorno parece ser mucho más rápido. Hasta los templos de macumba cierran, el trabajo es pesado, en fin, ¡llegó el carnaval!
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir…” Juan 10:10
Muchos son atraídos por el ritmo, brillo y toda ilusión que envuelve al carnaval, y no ven la hora de que llegue.
Otros a los que no les gusta, aprovechan para descansar, viajar, etc.
Y los que son del Reino de Dios ¿toman vacaciones de la fe de la salvación? ¿Ignoran el clamor de las almas? ¿Aprovechan para lavar sus propias vestiduras celestiales?
Muchas almas irán al infierno, y otras serán marcadas con el sello de las tragedias, separaciones, vicios, enfermedades …
Ahora, imagínese si quien está leyendo este mensaje invierte en ganar, por lo menos, un alma durante el carnaval.
El hombre natural solo ve familia, casa, auto, trabajo, lugares.
El hombre espiritual ve el valor que tiene el alma.
“…no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ve son eternas.” 2 Corintios 4:18