La Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA), advirtió que dos de cada diez adictos a las drogas fallecen como consecuencia del deterioro físico y mental que provoca el consumo de sustancias. Además, analizaron que ese es el motivo por el que cada vez son más los jóvenes que presentan fallas cardíacas o accidentes cerebrovasculares.
En diálogo con Diario Popular, el titular de la AARA, Claudio Izaguirre, precisó: “La situación del adicto es dramática… Al no haber campañas preventivas no te advierten de los daños que te producen, más allá de que tengas una idea de lo que se trata”.
“Tu cuerpo reacciona frente al consumo. Venas y arterias se contraen. Crece la presión arterial, las neuronas son afectadas. Si a eso le agregás alcohol, ácido lisérgico o pastillitas calmantes, pueden ocasionar problemas severos”, agregó Izaguirre.
“El consumidor siente que tiene una vida maravillosa, pero está padeciendo. Su mecanismo autodestructivo lo lleva a situaciones en las que puede terminar perdiendo la vida. Consumir drogas no es gratis. Y no me refiero a la plata, si no al deterioro físico, mental y espiritual. Mientras haya cocaína en el cuerpo, no importa si son 10 minutos o 5 horas, puede provocarse una arritmia cardíaca, un infarto masivo o más causas de muerte por consumo”.
El cerebro de un adicto
Claudio: “Conocí las drogas el día que cumplí 14 años, ese día un amigo me dio de probar cocaína y marihuana, ahí comenzó mi perdición. Cuando no tenía plata para el vicio, vendía mi ropa, las cosas de mi mamá y les robaba plata a mis padres. Con el tiempo conocí a la madre de mi hijo, con ella consumíamos marihuana.
Cuando llegó el paco a mi barrio, todos lo consumían, yo no quería saber nada, estaba bien con la marihuana y la cocaína. Sabía por personas que me contaban, cómo quedabas después de consumir paco. Mi señora curiosa, queriendo saber qué onda, comenzó con eso. Un día llego del trabajo y la encuentro a ella consumiendo pasta base con dos personas. De tanto que me insistía, un día terminé consumiéndola. A partir de ahí mi vida empeoró, fue mayor la adicción. Tuve intentos de suicidio, quise cortarme las venas e intenté ahorcarme. Llegué a comer de la basura, viví tres años en la casa de un tranza. Luego, de tan mal que estaba me interné; pasé por seis centros de rehabilitación y por otros lados más. Cuando salía duraba meses, pero después volvía para atrás. Me separo de la madre mi hijo y me voy a Córdoba, estuve un año en un centro de rehabilitación, volví y me enteré de que ella estaba con otra persona.
Estuve tres o cuatro años viviendo en Zavaleta, llegué al punto de ser un linyera, andaba todo sucio con la ropa rota, con un montón de bolsas que yo juntaba de la basura para poder vender y consumir.
Llegué a la Universal por una invitación y hoy estoy vivo gracias a Dios, porque en Zavaleta pasé persecuciones, hubo personas que quisieron matarme. Hoy ya no consumo más nada”.
La decisión es suya, no pierda más tiempo, la ayuda que necesita existe. Acérquese a la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070, este domingo a las 15 h al Tratamiento para la Cura de los Vicios. Haga clic aquí y vea donde se lleva a cabo el Tratamiento.