Romina buscó la ayuda de Dios en el Ayuno Colectivo y Él respondió su oración: “Vine a los Casos Imposibles porque tenía una hernia umbilical. Por mi situación, estaba imposibilitada de hacer ciertos movimientos. Participando de la reunión ese problema se solucionó, ahora vengo a agradecer. Les aconsejo que se acerquen los sábados porque Dios está acá”.
Saya: “En el Ayuno Colectivo recuperé la salud de la columna vertebral. Tenía una hernia de disco y el dolor era insoportable. Tomaba calmantes, me trataba con kinesiología; pero no ayudaba. Ahora puedo decir que estoy sana, no tuve que pagar nada. Yo les recomiendo que no pierdan la oportunidad. Acérquense a la Iglesia porque lo imposible, es posible”
Rubén usó la fe y logró lo que necesitaba: “Me llegó una cuenta y cuando abrí el sobre me encontré con que la factura era imposible de pagar. Pensé en el Altar, en el Ayuno Colectivo y le pedí a Dios que hiciera justicia. Después de una semana, hice trámites y tuve una respuesta favorable. Finalmente pude liquidar la deuda, sé que el Señor existe”.
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La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en este periódico,como en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben ser interpretados en desmedro de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJE DE CONSULTAR A SU MÉDICO.
