Jonatan: “Vi situaciones que me convirtieron en una persona violenta. Con el tiempo me acerqué a los vicios. Probé marihuana y me gustó; yo ya fumaba cigarrillos a eso, se sumó el alcohol.
Después, me propusieron salir a robar, lo hice y el consumo aumentó. Una vez me apuntaron en el cuello con un arma, pero me escapé y me pegaron en el brazo. En ese tiempo, mi madre me vio ensangrentado.
Mi familia me veía como un caso perdido, aunque no sabían que consumía. Llegó un momento en el que no pude controlar el vicio. Perdí amistades, noviazgos y dinero. Trataba de ser una persona normal, pero las adicciones lo arruinaban todo.
Me miraba al espejo y me decía ‘qué estás haciendo con tu vida’. Mi cara era triste. Consumía y anestesiaba el cuerpo, pero no podía aliviar el dolor del alma.
En consecuencia, tomé la decisión de suicidarme. En un momento de droga, busqué una manguera, la puse en un gancho de una bolsa de boxeo, me subí a una silla e intenté colgarme. Pero, gracias a Dios llegó una persona y lo impidió, yo estaba decidido.
Cuando llegué al Tratamiento supe cuán perdido estaba. Acá me presentaron a un Dios verdadero. Tanto que intenté fumar una tuca, pero sentí repugnancia. También dejé el cigarrillo y el alcohol. Logré un trabajo, proyectos, pero la verdadera cura sucede cuando uno se encuentra con el Espíritu Santo. Hoy quedaron las cicatrices, pero todo es para glorificar a Dios. Mi familia está bien, mi papá me dijo que se sentía orgulloso, porque vio en mí un cambio real”.
Participe usted también de la reunión del Tratamiento definitivo para la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro, o haga clic aquí y vea a donde se lleva a cabo el tratamiento.
Para más información: 11-5810-9300
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al (011) 5252-4070.