Un nuevo empleo, metas a conseguir, el sueño de un viaje. Cada individuo sabe cuál es su desafío. Pero además, también debe saber cómo lidiar con ellos para que su autoestima no sea afectada.
Por ese motivo, la psicóloga Luciana Leis afirma que el desafío es muy personal y que no debe ser considerado igual para todos. “El desafío tiene que ver con lo que nosotros deseamos hacer, con lo que yo quiero y preciso alcanzar. A veces es algo que puede ser un desafío para usted, pero una tontería para otro.”
Asumir un desafío puede acarrear una consecuencia negativa para la persona. “aunque no le guste el desafío impuesto, soy yo quien hago de eso una tarea a cumplir para que yo pueda vencer los límites y también probarle al otro que logro pasar por este obstáculo. El problema es asumir algo y no realizarlo, eso genera frustración “, aclara la psicóloga.
Perseverancia
Y eso sucede muchas veces con los nuevos profesionales, quienes adoptan responsabilidades para demostrarle al jefe que son aptos, aun sin analizar si tienen la capacitación para ello. “Hay quien posee ideales muy a futuro para poder alcanzarlos; es muy soñador y no logra considerar los recursos que tiene en el momento.”
Pero vencer un desafío depende mucho de la perseverancia de cada persona. “Alcanzar el objetivo está vinculado con cuánto la persona resiste la frustración. Cuando logra evolucionar, traspasando sus límites, le hace bien al ego”, comenta Luciana.
Es importante destacar que un desafío puede volverse un factor desencadenante de baja autoestima y también mostrar la capacidad de superación. “Idealizar mucho trae angustia por no conseguir realizar lo que se propone. Pero la persona puede cambiar el camino, hacerlo de una forma distinta, para traspasar las dificultades e ir más allá de sus miedos y sus límites. Todo depende de cada uno”, finaliza.