Tengo 48 años, soy separada, tengo una hija de 18 años que está alejada de la fe. Estoy sola, sin familia para apoyarme, enferma, sin dinero, sin trabajo, y con un nudo en la garganta. Tomé muchas actitudes erróneas, a punto de tener un colapso. No soporto más esta vida infernal. Me gustaría desaparecer, no haber nacido, o incluso morir. Continúo buscando a Dios pero todo lo que hago parece ser en vano, nunca tengo respuesta. Es como si Dios no existiera para mí. Usted tiene mucho que agradecer a Dios por su vida, usted es una privilegiada. Me gustaría haber tenido una infancia diferente, una familia estructurada y unida, un marido de Dios, una hija en la fe, una vida de felicidad, salud, amor, y paz. ¿Qué tanto mal hice para Dios? Amiga
Respuesta:
Amiga, me equivoco o ¿usted está culpando a Dios por las malas actitudes y decisiones que tomó en su vida?
¿Usted sabía que cuando culpa a Dios por los problemas que vive, usted queda de brazos cruzados esperando que Él los resuelva? Y es ahí que muchos dejan de conquistar, pues se quedan dependiendo de algo ‘mágico’ de origen divino.
Después usted dijo que le gustaría haber tenido un pasado diferente. Yo entiendo que una familia estructurada y unida colabora mucho con nuestro desarrollo pero eso no lo es todo. Yo conozco muchas personas que tuvieron eso y a causa de sus decisiones erradas en la vida, viven una vida amargada.
Seamos sinceras, nuestra vida depende más de nosotros que de Dios. Él necesita de nuestra fe y de nuestras decisiones, tanto es así que Él se encargó de darnos ‘libre albedrío’, justamente porque quería que nosotros aprendiéramos a tomar las decisiones correctas por nosotros mismos.
Es como una madre que conozco, siempre tiene que tomar las decisiones por su hijo y él por su parte nunca madura, es muy irresponsable e inmaduro. Dios como Padre quiere que nosotros vengamos a hacer la cosa correctas partiendo de nosotros, es decir, porque queramos y no porque Él lo manda.
Si usted quiere cambiar su vida amiga, deje de quejarse, de culpar a Dios y a los demás, y trabaje en ese cambio en usted. Todo cambio comienza desde dentro.