Un estudio revela que la televisión y las videoconsolas son el primer medio de consumo infantil y un pequeño porcentaje de la población emplea fuertes cantidades de dinero en la compra de nuevos equipos y juegos. Para evitar una posible adicción es bueno imponerse límites, que deben valer tanto para los padres como para los hijos. La primera norma es fijar un máximo de entre una y dos horas diarias para dedicar a los vídeojuegos y sustituir los de carácter agresivo por otros más didácticos.
La participación de los padres
-Prestando mayor atención a los programas que ven los niños.
-Estableciendo límites en el tiempo que pasan viendo televisión.
-Evitando que vean aquellos programas conocidos como violentos. Deben cambiar el canal, o apagar el televisor cuando aparecen escenas ofensivas, y explicarle al niño aquello que consideran malo o inadecuado del programa.
-Señalar al niño que aunque el actor no se lastimó, hirió o murió durante el programa, la violencia puede producir dolor o muerte si sucede en la vida real.
-Desaprobando los episodios violentos que suceden frente a los niños, enfatizando el hecho de que esa no es la mejor forma de resolver un problema.
-Para contrarrestar la presión que ejercen los pares, compañeros y amigos, debe comunicarse con otros padres para poner en vigor reglas similares sobre el tiempo y tipo de programa que deben ver los niños.
Los padres deben utilizar estas medidas para prevenir los efectos dañinos que la televisión puede tener en otras áreas como el estereotipo racial o sexual. Aparte del contenido del programa de televisión el tiempo que los niños dedican a esta actividad debe limitarse ya que los saca de actividades más provechosas como lo son el jugar con sus amigos, la interacción familiar, el estudio y la lectura. Si los padres tienen dificultades serias estableciendo controles y límites o preocupación genuina en cuanto a la reacción del niño a la televisión, deben consultar a un Psiquiatra de niños y adolescentes para que les ayude con el problema.¨
Para lograr el desarrollo positivo de nuestros adolescentes se hace necesario que los padres brinden afecto a sus hijos, que mantengan un diálogo abierto y receptivo, y al mismo tiempo establecer límites conjuntamente con ellos, en las múltiples situaciones que se presentan a diario vivir y convivir.