Natalia soñaba con la posibilidad de tener una familia feliz. Cuando conoció a Omar, creyó que él se iba a convertir en el principe azul aquel que la rescataría de tanta tristeza, ya que desde niña le costaba relacionarse con las personas. Sin embargo, cuando se mudaron juntos, después de que quedara embarazada, todo empeoró.
Omar comenzó a ponerse más y más violento. Además se volvió adicto a la cocaína y su hogar se desmoronaba, él la golpeaba. Cuando ella se enteró que él le había sido infiel, no lo soportó e intentó quitarse la vida, no tenía consuelo.
Pero Dios tenía la solución para sus vidas, y cuando ellos entregaron sus problemas en las manos de Dios y todo cambió.
Si usted está pasando por problemas y siente que no hay esperanza participe este viernes a las 8, 10, 12, 16, 20 en Av. Corrientes 4070, Almagro, toque el “Manto Consagrado”, y experimente el poder de Dios.