En Londres, el obispo Macedo enseña que la fe emotiva no garantiza la entrada al Reino de los Cielos
El pasado domingo 4, el obispo Macedo realizó una reunión en el Rainbow Theatre, sede de la Iglesia Universal del Reino de Dios en Londres, Inglaterra. Él llamó a los presentes a participar, como dice a continuación:
“Quiero comenzar haciéndoles una pregunta especial. ¿Qué es más fácil: conquistar algunas bendiciones de Dios, como el dinero, el éxito o el matrimonio, o conquistar el Reino de los Cielos?”.
Murmullos en el templo. La mayoría estuvo de acuerdo: bendiciones.
“Las bendiciones son más fáciles de conseguir, no? Entonces, si el Reino de los Cielos es tan difícil de conquistar, ¿qué debemos hacer para conseguirlo?
Saben… La mayoría de los creyentes no está salva.
Las iglesias están llenas de gente enferma, personas que no perteneces realmente a Jesús. Las personas han dedicado su vida solamente a conseguir bendiciones.
Pero no podemos olvidarnos que nuestras vidas son cortas. Tarde o temprano, todos moriremos.
Pero… ¿y su alma? ¿Qué sucederá con ella? ¿Está seguro de que está salvo?
Si muere ahora mismo, ¿está realmente salvo?
Mi señor Jesús dijo, como está en Mateo 11:12:
‘Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan’.
En otras palabras, para conquistar el Reino de los Cielos tenemos que luchar.
El Reino de los Cielos se conquista por la fuerza.
Hablando de otro modo, no podemos conquistarlo solamente amándonos los unos a los otros. Está claro que tenemos que hacer eso, indiscutiblemente. Sin embargo, para conquistar el Reino de los Cielos, tenemos que luchar.
Y no podemos luchar con un violín en las manos, por ejemplo. O con un piano. Ni cantando ‘oh Señor, Aleluya, Gloria a Dios’, solamente. Usted ha cantado aquí muchas veces, ha llorado delante del altar. Pero, allí afuera…
Allí afuera, cuando tiene que luchar contra el pecado, usted es débil. No resiste.
Pero antes, dentro de la iglesia, ¡usted se sentía fuerte! Lloraba, alababa a Dios, y por ahí, afuera.
Pues eso es lo que quiero: que usted piense.
Si no piensa, no puede conquistar el Reino de los Cielos. Si solamente usa el corazón, sus emociones, no va a lograrlo.
Las iglesias – y yo incluyo en eso a la Universal – están repletas de personas usando solamente la fe emotiva. ¡Y es por eso que están débiles! No conocen realmente la libertad. No pueden ser libres. Dependen de pastores, obispos, de estar en la iglesia para sentirse fuertes.
Mientras tanto, eso no es lo que Dios nos prometió.
Cuando recibimos el Espíritu de Dios, nos convertimos en indignados, agresivos hacia todo lo que venga de este mundo: el mal, el pecado, la injusticia…
¿Está claro?
Si usted no lucha contra sus deseos, su corazón, sus sentimientos, sus pecados, no hay cómo entrar al Reino de los Cielos. Si está preocupado con algo, con alguien – sus hijos, por ejemplo -, no entrará.
Usted debe posicionarse cotra su voluntad si quiere conquistar el Reino de los Cielos.
Si no pone su vida completamente, en todos los aspectos, en el altar, no conquistará. Puede dar todo su dinero, todas sus propiedades, su loor, su oración. Pero si no ofreció su vida completamente al Señor Jesús, no puede conquistar el Reino de los Cielos.
¿Por qué?
Porque entre nosotros y Dios, entre nosotros y el Reino de los Cielos, está el infierno.
Para entrar en el Reino de los Cielos, usted debe atravesar ese infierno. Y es por eso que es tan difícil esa conquista.
Y muchos de ustedes están débiles en la fe porque la tienen en el corazón, mezclada con los sentimientos. Por eso, cuando tiene que luchar contra Satanás, pierde. Pierde porque usa los sentimientos. Con ellos, usted nunca logrará subyugarlo.
Ahora voy a orar, dedicarme a aquellos que realmente quieren entregarse a Jesús. Por aquellos que quieren poner sus vidas totalmente en el altar. No sólo aquí y hoy, sino para siempre, a partir de este mismo momento.
Si usted no es capaz de dejar sus pecados, por favor, no se acerque al alatar. Sea sincero. Hágase un favor a usted mismo: no se engañe. Pues mi Dios sabe exactamente lo que sucede en su interior.
Pero, si usted quiere ofrecer su vida completamente, con sinceridad y fe, el Espíritu de Dios vendrá sobre usted, inmediatamente”.
El obispo Macedo regresará al Rainbow Theatre el domingo 11 de marzo a las 9.30 (horario local).