Está hace 14 años en el país, la IURD consta de tres templos, siendo uno de ellos una catedral con capacidad para mil personas
Rumania es un país europeo que hace frontera natural con Ucrania, Bulgaria, Serbia, Moldavia y Hungría. La lengua oficial es el rumano y la capital es Bucarest. Con una población de más de 20 millones de habitantes el país atrae a muchos turistas por causa de la variedad de castillos, algunos construidos de madera y bien conservados a lo largo del siglo. El castillo más visitado es el famoso castillo de Bran, en donde, según la tradición, vivió el Conde Drácula.
A pesar de que el 86% de rumanos son considerados cristianos ortodoxos, Rumania aún enfrenta problemas de elevada corrupción, desempleo en las áreas rurales y un ritmo lento de reformas en el sector público.
Para atender las necesidades espirituales de esta población, la Iglesia Universal del Reino de Dios llegó al país en el año de 1998 y consta de tres templos, de los cuales dos de ellos están ubicados en la capital Bucarest y el otro en la ciudad Ploiesti, en el distrito de Prahova.
Según el responsable de la evangelización en ese lugar, el pastor Luciano Almeida, por causa de los testimonios de sanidad, liberación y restauración familiar, muchas personas se trasladan desde sitios alejados a la capital para ir a la iglesia a buscar el Poder de Dios. “A través de los programas y de las oraciones hechas con el vaso con agua, por la televisión, muchas personas llegan a la Catedral dando testimonio de los milagros logrados a través de la fe, aún encontrándose tan lejos, a una distancia de 400, 600 y hasta de 800 kilómetros de Bucarest”, afirma.
La rumana Doina Manomesky (foto a la izquierda), moradora de la ciudad de Ploiesti, es testimonio vivo del Poder de Dios. Ella cuenta que estaba endeudada y a punto de perder su casa por una hipoteca con el banco, cuando llegó a la Iglesia Universal. Por causa de las preocupaciones financieras, Doina comenzó a tener problemas de salud y estaba muy estresada. “Una conocida me invitó a participar a las reuniones de la Iglesia Universal. Fui, me gustó y puse en práctica mi fe en las Campañas. Dios me respondió, y, hoy no estoy más endeudada con el banco, no perdí la casa, ni el auto y mi almacén está lleno de diversos productos. Muchas personas se admiran por el gran cambio que sucedió en mi vida”, asegura.
Además del cambio espiritual, la Iglesia Universal también promueve trabajos sociales en las calles, orfanatos, hospitales y asilos, donde se distribuyen ropa y diversas donaciones para los más necesitados.
Consagración de pastores
El 7 noviembre del año pasado, se realizó una consagración de dos pastores en la Catedral de la Fe de Bucarest. Los consagrados fueron el pastor Julio Faustino, de 31 años, y su esposa, Marlene Faustino, de 30 años; y el pastor Bruno Pinheiro, de 30 años y su esposa, Celia Pinheiro, de 31 años de edad.
La consagración representa la confirmación del ministerio pastoral y el derramamiento de una porción mayor del Espíritu de Dios sobre sus siervos, que serán guiados cada vez más para ganar almas. Para el pastor Julio, el momento en que recibió el Aceite Santo sobre su cabeza, quedará marcado para siempre en su vida. “En ese momento, tuve la confirmación de que Dios realmente me escogió y por eso me ungió para salvar y liberar a los oprimidos. Tengo la certeza de que después de esta unción, seré un instrumento de Dios para Su honra y gloria, a través de mi vida muchas almas serán ganadas para Su Reino”, finaliza muy feliz.