En lugar de luchar contra Dios, luche contra sus propias voluntades
Y Jonatán habló bien de David a Saúl su padre, y le dijo: No peque el rey contra su siervo David, porque ninguna cosa ha cometido contra ti, y porque sus obras han sido muy buenas para contigo; 1 Samuel 19:4,5
¿Se atrevería a luchar en contra de la voluntad de Dios? Tal vez lo primero que viene a su cabeza es: “De ninguna manera, seria una perdida de tiempo.”
Pero lo hacemos todas las veces que no aceptamos la voluntad de Dios para nuestras vidas. El rey Saúl lo hizo y quizá usted sin darse cuenta, también reacciono de esta manera.
Dios ya había escogido a David para reinar en el lugar de Saúl, pero él estaba luchando con todas sus fuerzas para que nadie tomara su trono. Podemos decir que Saúl ‘nado, nado y murió en la playa’, porque realmente, no se puede luchar contra Dios.
No obstante, me gustaría destacar la actitud de Jonatán en relación a todo lo que estaba pasando. Jonatán era hijo de Saúl y heredero del trono. Él también podría tener interés en acabar con David, después de todo, él tomaría posesión de lo que por “derecho” pertenecía a Jonatán: el trono de Israel. Además, toda su familia se vería perjudicada, y por esa razón, él tendría motivos para estar del lado de su padre.
Sin embargo, vea la diferencia entre Saúl y Jonatán. Uno se rebelo contra el propio Dios, mostrando odio, ira, rebeldía. Por otro lado Jonatán mostro ser temeroso y poseer el carácter de Dios, aceptando así Su voluntad. Note que él no entro en el juego de su padre para levantarse contra Dios, al contrario, él acepto y se sometió a la voluntad del Altísimo.
Y usted, ¿se ha sometido a la voluntad de Dios para su vida? o ¿está luchando contra Él?
Ya lo sabe, nadara, nadara y morirá en la playa, pues ¿quién podrá luchar contra el propio Dios?
¿Cuántas veces han insistido en hacerlo? Fue rebelde, tuvo odio, quizo hacerlo a su manera y obviamente, los resultados no fueron nada buenos.