Mucho se oye decir sobre la diferencia en el trato dado a hombres y mujeres en algunos países del Oriente Medio. En Arabia Saudita, por ejemplo, ellas no pueden conducir, por otra parte, en Irán, es obligatorio que las muchachas usen el velo islámico en público a partir de su primera menstruación y para el resto de sus vidas. Las turistas mujeres, aún las no musulmanas, deben respetar la cultura local y usar el velo también.
Las medidas polémicas como estas son encaradas con rareza en el Occidente. Y muchas personas que piensan en viajar a Israel se preguntan si necesitarán vestirse de alguna forma específica por allá. La respuesta es no.
En Israel, las mujeres poseen los mismos derechos que los hombres delante del Gobierno. Inclusive, los mismos deberes también. Ellas sirven, obligatoriamente, al Ejército de Defensa de Israel, y muchas son combatientes aunque el período del servicio militar de ellas sea reducido, comparado al de los hombres.
Sin embargo, en comunidades ortodoxas, hay costumbres diferentes del resto del país. Existen líneas de ómnibus en las que las mujeres se sientan en la parte trasera del automóvil, y en algunas ciudades hay playas separadas para el público femenino y masculino. Las mujeres deben vestirse con modestia en barrios religiosos: blusas que cubren el cuello, sin ningún escote, y las casadas cubren su pelo.
No obstante, es importante resaltar que estas son costumbres propias de algunos grupos religiosos, y no iniciativas del Estado. Nadie puede ser castigado judicialmente por no respetarlas.
Los turistas raramente pasan por estos barrios, pero, si es el caso, los guías turísticos que acompañan los grupos siempre pasan la instrucción correcta sobre la vestimenta, que varía también de acuerdo con el lugar visitado. Pero, de manera general, la ropa debe ser la misma que sería utilizada para cualquier paseo turístico: liviana y confortable.