Sepa diferenciar el sentimiento de la dolencia
La depresión es definida como una dolencia. Se caracteriza por el cambio de humor y por la pérdida del placer en actividades cotidianas que antes generaban motivación y sensación de placer. Por otro lado la tristeza es un mal sentimiento, pero pasajero.
Según la Organización Mundial (OMS), casi el 20% de la población mundial, en algún momento de su vida ya sufrió de depresión, y se estima que en el 2020 será la segunda causa de muerte y el principal motivo de ausencias en el trabajo.
Muchos estudiosos apuntan a las exigencias del estilo de vida moderna como el principal factor desencadenante de esta dolencia. El estrés provocado por el tránsito, la competencia en el lugar de trabajo, las diversas responsabilidades del día a día , además de la falta de tiempo para realizar actividades placenteras, también pueden estar relacionadas a la depresión.
La medicina es limitada
La médica Eunice Higuchi (foto de al lado) enfrentó este problema. “yo era esclava de mis emociones. Sufría con tristezas, angustia, no encontraba una salida para mi problema. En el mundo somos entrenados para guiarnos por las emociones. Todo el tiempo tenía a alguien diciendo”siga a su corazón, haga que su corazón mande, pero yo me sentía como en una prisión”, recuerda.
Eunice intentó curarse de todas las maneras posibles. Según ella pasaba casi 20 horas semanales buscando la mejoría, sin resultado. “Yo me trataba con psicoanálisis freudiano, terapia de apoyo y hasta tomaba medicamentos antidepresivos. Sin embargo, el tratamiento trabaja solamente con las emociones, entonces no me podía librar de esa situación”, resalta.
La médica afirma que en un tratamiento psicoterápico, el paciente crea vínculos con la terapeuta, a fin de conseguir reproducir una relación mejor con familiares y amigos. Por otro lado, cuando una persona tiene un encuentro con el Señor Jesús, ella crea una conexión tan fuerte con el propio Dios, que ya no depende de la consultas para sentirse bien.
“Como médica, puedo afirmar que la medicina es limitada. Durante cuatro años hizo todo lo que los especialistas me dijeron, y no tuve ninguna mejora. Cuando oí en la radio la oración de un pastor, aquello realmente me toco profundamente. Anoté la dirección y fui hasta allá, sin saber que era la IURD. En aquel mismo día pare de llorar. Y hoy estoy completamente libre de la depresión”, concluye.
Problemas como depresión, tristeza, angustia y la falta de amor en el hogar pueden ser resueltos cuando el Espíritu Santo viene sobre la vida de aquellos que lo buscan. Entonces, no espere, busque la presencia del Altísimo para su vida.
Los invitamos a participar de la oración fuerte a las 8, 10, 12, 16 y 20 en Av. Corrientes 4070, o en el Cenáculo más cerca a su hogar haciendo click aquí