En 1984, el gobierno Israelí, con la ayuda de la policía secreta del país, el Mossad, decidió darle fin al sufrimiento de miles de judíos negros que vivían en Etiopía bajo el terrible régimen del dictador Mengistu Haile Mariam.
Pero, antes de continuar con el relato del rescate, es necesario aclarar algunos puntos. Para quien vive en Brasil, donde la comunidad judía está compuesta masivamente por judíos ashkenazim, caucásicos oriundos del Este Europeo, es difícil imaginarse judíos negros, que son, por encima de todo, reconocidos y respetados por el gobierno de Israel como ciudadanos de ese país.
Los falashas, el nombre dado a los judíos etíopes, fueron descubiertos por viajeros británicos, en 1860, cuando, en un viaje a Etiopía, conocieron a miembros de una comunidad que respetaban el sábado y mantenían leyes y rituales contenidos en la Torah. Se creyó, entonces, que ellos eran miembros de una de las doce tribus hebreas, descendientes del rey Salomón y de la reina de Sabá.
Operación Moisés
Volviendo al rescate. En noviembre de 1984, el gobierno de Israel, apoyado por el Mossad, realizó la Operación Moisés, que en 45 días rescató etíopes que llegaban a pie hasta un campamento en Sudán, país que limita con Etiopía. Muchos de ellos aguantaron una larga jornada, estaban muy delgados y debilitados debido a la miseria que enfrentaban en Etiopía. Los que lograron llegar al campamento fueron trasladados por la Marina y la Fuerza Aérea Israelí.
Operación Salomón
En mayo de 1991, el entonces embajador de Israel en Etiopía, Asher Naim, quiso darle continuidad a la Operación Moisés. Él fue el ideólogo de la Operación Salomón, la cual salvó a más de 14 mil judíos etíopes de la guerra civil que asolaba al país. En aquella operación, un avión con capacidad para 760 pasajeros, transportó a 1.087, debido al liviano peso de los etíopes. El episodio entró en el libro de los records, y, durante ese vuelo, nacieron dos bebés.
Grabado que muestra el encuentro del rey Salomón y de la reina Sabá en la Capilla de los Cristianos Etíopes, Jerusalén.
La adaptación a una cultura diferente
Israel fue el único país del mundo que retiró negros de África para transformarlos en verdaderos ciudadanos, y no para esclavizarlos. Proyectos pedagógicos fueron especialmente desarrollados para facilitar la integración de los niños etíopes en la comunidad israelí.
Una gran parte de ellos nunca habían tenido contacto con una civilización de costumbres occidentales. La mayoría pertenecía a alguna tribu africana. Muchos nunca se habían sentado en una silla o usado un zapato.
Actualmente, la comunidad etíope en Israel cuenta con aproximadamente 100 mil habitantes, la mayoría nacida en suelo israelí. Se puede decir que ya están bien adaptados, y para eso, cuentan con sus propios barrios, con comercios y restaurantes etíopes.
Plato tradicional etíope servido en un restaurant kasher de Tel -Aviv- la base y los arrolladitos que se parecen a toallas son el pan etíope, que tienen la textura de una esponja