Ella sirve como instrumento, con el fin de generar hijos para la gloria, loor y honra de nuestro Señor Jesús
La mujer de Dios por estar sumisa a su marido, tiene que estar donde él estuviere. Si su marido estuviere en el altar, entonces ella se queda en el altar, si es el atrio, también ella estará en el atrio.
En la Biblia, Jesús es representado por el marido, y la iglesia por la mujer. Dios desea usarlos como instrumentos para generar hijos que le pertenezcan.
Si una mujer cristiana, llena del Espíritu Santo, considera a su marido un bebedor, y no lo ve como a Jesús; ella lo está lanzando en el infierno, tornando su vida más amarga de lo que realmente es.
Sin embargo, si ella lo mira con buenos ojos, el Espíritu Santo va a hacer lo posible para que él nazca de nuevo: y de esta forma ella estará concibiendo a su marido en su vientre espiritual, para que él pueda servirlo como un hombre de Dios.
Ella debe mirar a su marido como si mirase a Jesús, por más que sea incrédulo para que el matrimonio sea bendecido por Dios. Si el marido es cristiano, y la esposa no es cristiana; de la misma manera él deberá mirarla, como si fuese la iglesia de Jesús, y amarla con todas sus fuerzas. Cuando existe la consideración mutua los hijos del matrimonio son benditos y bendecidos.
Es difícil, yo se, pero las bendiciones de Dios no son obtenidas con facilidad, y todo tiene su valor, cuesta caro. Para “dar a luz” a su marido, o a su esposa, es preciso proceder de esta manera: si usted es de Dios, usted tiene el Espíritu de Dios, luego usted tiene la capacidad de dar la otra mejilla. Recuerde lo que Jesús habló:
“Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”. (Mateo 5:39)
A través de sus buenos ojos usted va a conseguir conquistar a su campañero para Jesús, de manera dócil, prudente y discreta. La Biblia dice que con palabras dulces nosotros podemos revertir cualquier situación. Podemos, por ejemplo, transformar la ira en bondad. Sus acciones valdrán más que toda la Biblia. Su compañero/a quiere ver en usted actitudes. Tengo certeza que las personas incrédulas están cansadas de oír hablar de Jesús, mientras que lo que ellas quieren es ver a Jesús en nosotros. Para que ellas puedan ver a Jesús en nosotros tenemos que manifestarnos como Él se manifestaba, hablar como Él hablaba, mirar con los mismos ojos de Jesús y sentir como Él sentía.
Cuando usted conquiste a su marido o a su esposa para Jesús, los dos comienzan a producir hijos espirituales. Van a servir como instrumentos, a fin de generar hijos para la gloria, loor y honra de nuestro Señor Jesús.
Dios espera que la esposa conquiste a su marido, y que él conquiste a su esposa. Ambos deben ser de Dios y su propósito el de generar hijos espirituales para Él.