Cuando Dios nos da Su Espíritu, Él quiere realizar cosas grandes a través de nosotros. Dios suele realizar milagros en este mundo con la participación del hombre. El hombre necesitó existir para que, en sociedad con Dios, sucedieran los grandes y notables milagros que existen en la faz de la Tierra.
Pero, ¿por qué no suceden milagros en muchas vidas? ¿Cuántas son las personas que creen en el Señor Jesús, que van a la Iglesia regularmente, que devuelven sus diezmos con fidelidad, que dan ofrendas, participan de la Santa Cena, pero la vida es una miseria? Tal vez usted sea una persona fiel a Dios, pero no ha conquistado nada. ¿Cuál es la razón?
Esta ha sido la pregunta de millares de cristianos en todo el mundo. Personas sinceras que viven marginalizadas, sin conquistar nada de lo que Dios prometió. En el frente de muchas puertas está escrito: “El Señor es mi pastor; nada me faltará” (Salmos 23:1). Sin embargo, falta amor, salud, dinero.
Algunas personas oyeron hablar de Jesús, conocen todo a Su respecto, solo que nunca tuvieron un encuentro con Él. Usted jamás podrá desarrollar la fe y conquistar sus beneficios mientras que no tenga un encuentro con el Autor de su fe. Mucha gente ocupa los asientos de la iglesia todos los domingos por la mañana – y a veces, todos los días de la semana, y, no obstante, viven atadas, porque oyeron hablar de Jesús, supieron acerca de Su persona, pero no tuvieron un encuentro con Él.
Las personas no conocen a Jesús como Él es. Esto es terrible de aceptar, pero es la más pura realidad. Apenas entré a la iglesia, cumplía mis obligaciones religiosas, devolvía el diezmo, daba ofrendas, pero, aún así, me costó tener un encuentro con Jesús.
Un día, oré a Dios y Le pedí: “Oh Dios, quiero tener la certeza de mi Salvación”. Hasta que tuve un encuentro con el Señor y mis fuerzas fueron renovadas. Este es el secreto de la victoria: tener un verdadero encuentro con Dios.
Cuando la persona tiene el Sello y se encuentra con Dios, tiene la certeza de la victoria, entonces persevera en su lucha y vence. Muchos confiesan a Jesús, creen en Su Palabra, devuelven los diezmos, dan ofrendas, hacen todo como manda la Biblia, solo que esas personas, en la realidad, siguen una religión, un ritual, y no conocen, no tuvieron una experiencia con Dios.
Sin el encuentro con Dios, las cosas se vuelven difíciles, las personas viven atadas y llevan una vida pobre, al contrario de lo que está escrito en la Biblia.
Quien revela a Jesús a las personas es el Espíritu Santo. Dios es real, el mismo ayer, hoy y Lo será para siempre.
[related_posts limit=”8″]