Una multitud invocó a Dios en búsqueda del cumplimiento de Sus promesas
El Cenáculo del Espíritu Santo en la Ciudad del Cabo recibió, el primer domingo del mes de junio, a los fieles que fueron en búsqueda de una decisión y de la materialización del poder de Dios en sus vidas, cuando el Obispo Macedo realizó la reunión del “Día D”.
Realizado en la segunda ciudad mayor de Sudáfrica, el encuentro promovió a la reflexión y al uso de la fe sobrenatural para ponerle un fin definitivo a los problemas.
“El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor” (Malaquías 1:6).
Basado en este pasaje de la Biblia, el obispo explicó que muchas personas son maldecidas porque le roban a Dios, cuando dejan de honrarlo con sus diezmos, que son las primicias de todos sus ingresos. Sin embargo, cuando una persona escoge colocar a Dios en primer lugar, antes que todo, Él está obligado a retirar la maldición de su vida. Aquel que honra a Dios también es honrado por Él.
Después de esta enseñanza, el obispo clamó por todos los que estaban decididos, determinando la liberación total y completa de los que sufren.
“Cuando somos fieles a Dios, tenemos el derecho de exigir la concreción de Sus promesas en nuestras vidas. Cuando nosotros no honramos a Dios, estamos directamente honrando al diablo”, alertó.
Para concluir la reunión, el obispo oró por aquellos que ya no querían vivir más bajo la maldición de la desobediencia y los invitó a buscar al Espíritu Santo, para que no sean más controlados por los malos hábitos, y sí por el Espíritu de Dios.