Fue realizada por el obispo Macedo y contó con más de 20 mil personas
El 10 de junio de este año fue inaugurado el Cenáculo de Viana, en Angola, África. El municipio de Viana está ubicado a 18 kilómetros de Luanda, capital del país, y tiene aproximadamente 68 mil habitantes. La cercanía con la capital le ha permitido un crecimiento marcado de la población y de las industrias.
La ceremonia inaugural fue precedida por el obispo Edir Macedo, además contó con la presencia de más de 20 mil personas entre invitados y miembros. Estaban presentes el líder de la IURD de Mozambique, el obispo João Leite, el líder de la IURD de Angola, el obispo Augusto Dias, y demás pastores y esposas de las regionales establecidas por todo el país, además de distintas autoridades locales, como el gobernador provincial de Luanda, Bento Sebastião Bento.
La evangelización en Angola, que comenzó en 1992, y su crecimiento contribuyeron a la construcción de un nuevo Cenáculo del Espíritu Santo en el país africano. El emblemático edificio tardó dos años en ser construido. Hoy en día ocupa 7 mil metros cuadrados, tiene 4 entradas, un amplio auditorio, con capacidad para más de 3 mil personas, un salón noble para cerca de 400 personas, y espacio para la Escuela Bíblica Infantojuvenil (EBI).
Según Hugo Mandim, ingeniero responsable por la fiscalización de la obra, hubo una preocupación por garantizar aspectos sustentables en el Cenáculo. Posee, por ejemplo, placas solares para la generación de energía renovable y un sistema de aprovechamiento y tratamiento de aguas pluviales.
Fe inteligente
Durante la reunión, el obispo Edir Macedo habló sobre la fe inteligente y como ella produce una nación victoriosa. Explicó como Abraham, aún viviendo entre personas idólatras, usó su inteligencia y con la orientación de Dios construyó una gran nación, diferente, con una sola fe y la creencia en un solo Dios, como lo describe el capítulo 12 del libro de Génesis.
El obispo resaltó que Dios no le mostró la tierra a Abraham para que él no anduviera según sus ojos carnales, sino solamente por lo ojos espirituales. “Al usar la fe inteligente, usted tiene todas las condiciones de cambiar su vida, pues, el secreto es saber usarla para el bien”, dijo el obispo.
En función de las promesas de Dios a Abraham, el obispo aclaró en la reunión que el secreto de su victoria estaba en su obediencia a la Palabra, que lo hacía inquebrantable delante de sus enemigos y problemas.
“Dios quiere solamente su obediencia. Todo depende de los que usted quiere hacer a favor de su fe. Dios creó al hombre con libre albedrío, usted es quien decide, y no es solo querer la bendición, sino que debe abandonar el pecado, separándose del mal para andar con Dios”, concluyó.
Después de la palabra, el obispo oró por todos los que necesitaban ayuda y estaban dispuestos a cambiar sus actitudes, resaltando la importancia de dejar el pecado y obedecer solamente a la Palabra de Dios.