Cecilia llevaba una carga muy pesada dentro de sí, la tristeza de haber visto a la familia destruirse durante su niñez. Esa situación la llevó a malas relaciones, pareja tras pareja vivía con la esperanza de encontrar al compañero ideal, pero sólo conseguía fracasos.
Cuando conoció a Carlos, ya estaba anestesiada no quería sentir amor, tenía la necesidad de vengarse de todos los hombres que la habían hecho sufrir. Él se convirtió en su víctima y Cecilia lo trataba con desprecio, para después pedirle perdón, jugaba con él y Carlos no entendía el porqué de su actitud. Ella estaba destrozada por dentro, porque aunque quería ser feliz con él tenía miedo de sufrir. No podía controlar su temperamento, era una persona infeliz y vacía.
Sin embargo aún quedaba una esperanza, entregar su vida al dueño de la verdadera felicidad…
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