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Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se quedaron allí. Y fueron los días de Taré doscientos cinco años; y murió Taré en Harán”, (Génesis 11:31, 32).
La Biblia nos muestra que si bien el deseo de Taré era llegar hasta Canaán, no lo logró. Pero después de la muerte de su padre, Abraham siguió adelante y llegó a la tierra que Dios le había prometido.
“Pero Dios había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición”, (Génesis 12:1, 2).
¿Qué nos muestra esto? Que a pesar del fracaso de los padres de Abraham, él siguió adelante y logró el objetivo. En su vida tiene que suceder lo mismo. Quizás nadie en su familia tuvo auto o casa propia, pero usted es quien puede romper con esa “tradición” y conquistar lo que nunca nadie jamás conquistó.
Aunque sus padres no hayan podido, usted debe creer que podrá, siga adelante, persevere y lo logrará.
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