“Buen día Cris. Leí su historia de vida, estoy impresionada con tanta fe y determinación. Pero lo que más me impresionó fue cuando habla de su hijo, de su adopción. Hace 4 años estoy intentando quedar embarazada a través de tratamientos médicos, ya que no lo logro de manera natural. Ya pensé varias veces en la adopción, pero todavía no tuve el coraje de sentarme a conversarlo con mi esposo, pues, es un tema muy delicado. Le di algunos indicios que parece haber recibido bien, pero dice que necesitamos hablarlo bastante. ¿Qué hago?” – Amiga.
Respuesta:
La adopción necesita ser bien pensada, pues como usted ya sabe, yo adopté y la experiencia no es la misma que tener un hijo biológico, aún así, yo no me arrepiento de lo que hice.
Para adoptar a un niño, tiene que saber todos los sacrificios que tendrá que hacer. Ese niño pasó por cosas que nosotros nunca sabremos, cosas que ninguna criatura debería haber pasado. Eso, lo digo hasta de los bebés, que pasan por el rechazo desde el vientre de su madre. ¿Puede imaginarse algo así, ser rechazado en los primeros días de vida?
El matrimonio que quiere adoptar un niño tiene que estar decidido a pasar lo que fuera, llorar las lágrimas que fueren necesarias, y nunca, absolutamente nunca, dejar a esa criatura.
Tengo amigas que adoptaron y también pasaron muchas luchas, lo que en un principio es injusto, pues todo lo que hicimos fue ayudar a otro ser humano. Pero ser madre y padre adoptivo de un niño con un pasado tortuoso es tolerar esas injusticias también. Esos niños necesitan mucha paciencia, atención, cariño, comprensión y más que todo a DIOS.
(*) Respuesta retirada del blog de Cristiane Cardoso.