Quite sus dudas sobre espolones y juanetes
Los pies no suelen ser el foco de atención y preocupación de la mayoría de las personas aunque son ellos los que sustentan el peso del cuerpo, por eso, ciertos cuidados pueden evitar problemas futuros. Normalmente, el dolor persistente en el talón puede ser resultado de un problema llamado fascitis plantar, que es conocido como espolón. Antiguamente, se creía que el crecimiento óseo en la región inferior del hueso calcáreo era la causa del dolor. Mientras que el concepto actual es que el dolor es fruto de un tipo de reacción inflamatoria local.
La causa generalmente está relacionado al exceso del impacto local, pérdida de elasticidad de la fascia plantar (que ocurre naturalmente) o atrofia de piel plantar que amortigua el impacto al andar. La mayoría de las veces el paciente se queja de dolor en el talón al despertar – la primera pisada del día es la peor. Pero la incomodidad mejora a lo largo del día y también después de algún período de reposo. En este caso, el examen clínico es fundamental para el diagnóstico y los exámenes de imagen son reservados para casos específicos.
“La buena noticia es que hasta los pies que sufren más dolor no necesitan cirugía. El tratamiento es hecho a base de elongamientos, hielo local y medicación que alivian la molestia. Por otro lado, el paciente necesita una dosis extra de paciencia, pues el dolor puede durar unas semanas hasta ceder completamente”, explica el ortopedista Vitor Miranda, especialista en tratamiento de las afecciones de los pies.
¿Qué es un juanete?
El juanete es una deformidad estructural del hueso de la articulación entre el pie y el dedo. El dolor es variable. Existen casos en que las personas sienten mucho dolor y otros que no tanto. La deformidad es de origen genético. “El dolor o la incomodidad son, normalmente relacionadas al tipo de calzado utilizado o al estilo de vida del paciente”, resalta Miranda.
El problema puede ser tratado con cambio de calzado con la parte de adelante más larga o sandalias de dedo, descanso, hielo y anestésico simple. Esto aliviará los síntomas, ya que la deformidad es corregida con cirugía. “La indicación quirúrgica sucede solamente en casos graves, cuando el dolor es frecuente y limita de alguna manera el ir y venir del paciente, o cuando no mejora con las medidas anteriores. Para cada juanete se recomienda un tratamiento específico. La estética no debe ser llevada en cuenta para ese problema. Aliviar el dolor es el principal objetivo del tratamiento”, avisa el médico.