A algunos volcanes y cavernas se los consideran entradas al mundo inferior. Pero ¿qué conduce realmente al submundo eterno?
Algunos volcanes y cavernas localizadas en lugares remotos del mundo tienen algo en común: pasajes hacia un mundo inferior, así han sido consideradas por antiguas civilizaciones y pueblos de culturas y diferentes épocas. Estos serían los portones del infierno.
Se trata de 6 entradas, esparcidas por el mundo: el volcán Masaya (también llamado Boca del inferno, que expele un olor muy fuerte de azufre), en Nicaragua; la Caverna Xibalba, en los bosques de América Central; la caverna Hade, en Grecia; el Volcán Hekla, en Islandia; el “Purgatorio de San Patricio”, en Irlanda; y el Volcán Erta Ale (que vive en intensa actividad), en Etiopia.
Cercano a la capital, Manágua, el volcán Masaya es un gigantesco abismo, una rajadura en la tierra, que los especialistas ni siquiera imaginan donde va. Mientras tanto, la caverna Xibalba es, para los mayas, una puerta para el submundo, y es el miedo para quien vive cercano a los oscuros bosques de América Central. La caverna de Hade tendría un pasaje, donde la creencia popular, supone que se revelan las torturas del infierno. Otro volcán que sería una puerta de entrada para el inferno es el Hekla. Por el año 1104, hubo una erupción tan aterrorizante, que la población escuchó del ruido de la explosión y llegó a la conclusión de que sería el grito de las almas arrastradas por los demonios. El “Purgatorio de San Patricio” es una caverna, donde se abrió un agujero por el cual se podría ver el inferno. Y, finalmente, el Erta Ale, ubicado en un punto de la tierra que se está abriendo, literalmente hablando. Éste es considerado el infierno del universo, según los estudiosos.
Lógicamente, la ciencia no afirma que esos lugares lleven hasta el infierno, sin embargo, la Biblia afirma que el infierno es un abismo muy profundo, cuya humareda sube como de una gran hornalla (lea Apocalipsis 9.2).
Independientemente si esos volcanes realmente conducen a las personas al infierno, es un hecho que no están vivas las personas que terminan yendo hacia allá. Muy por lo contrario, además el cuerpo no soportaría tamaño sufrimiento y por eso sería destruido. Pero, el alma, por ser eterna, es lo suficientemente fuerte para soportar un tormento como el que existe allá.
Ahora, por ejemplo, imagine personas de todo el mundo cayendo en ese pozo profundo y sufriendo todo tipo de tortura inimaginable. El problema es que muchos no creen que ese lugar exista realmente, y como la ciencia no afirma nada de esto, muchas mentes prefieren creer que el infierno y el sufrimiento después de la muerte son sólo leyendas.
Mientras tanto, ¿por qué hacer de la vida una ruleta rusa, intentando suerte en la Tierra para encontrar una supuesta felicidad en lugares y situaciones ilusorias, y reflexionar sólo después de morir, en lugar de pensar antes, hacia dónde nos lleva la muerte.
Lamentablemente, quien piensa y actúa de esa manera, ni siquiera imagina lo insensato que está siendo, ya que en el corazón de la Tierra, como dice la Biblia, el sufrimiento no tendrá fin y por eso habrá lloro y crujir de dientes infinitamente. No habrá, ya está habiendo. En este exacto momento, hay innumerables almas que temen que sus familiares también vayan para allá.
No obstante, no hay forma de que esas almas regresen a la Tierra para revelar todo lo que sufren. El asunto, en este caso, es esperar para que cada uno tome la decisión de su salvación en vida, de acuerdo con la elección que vea mejor. Más aún cuando no hay manera de arrepentirse y volver atrás después de morir.
Al ser humano, lamentablemente, no le llama la atención este tipo de asunto porque para él, lo que importa es el ahora, el momento vivido o lo físico u material, lo que se toca y se ve. Temas como infierno y vida después de la muerte se tratan como temas místicos, sobrenaturales o abstractos, lo que, para muchos, no interesa.
Pero, en cuánto a usted, ¿ya se detuvo a pensar en eso? Observe que la muerte no se trata de algo fuera de lo común, es real. Sin embargo, y paradójicamente, no existe nada más sobrenatural.
Cuando una persona muere, a partir de ese momento, todo lo que fue, deja de serlo; todos sus pensamientos dejan de existir, sus voluntades, sus deseos, sus planes y proyectos mueren junto con la persona. Eso también es sobrenatural. Entonces, ¿para dónde fue? ¿para dónde fueron sus conocimientos y sus metas?. Podrían irse al espacio, hacia el más allá, o ¿están enterrados o cremados con la persona? ¿Será posible que junto al cuerpo ( por dejar de funcionar) muera también el alma?
No, ya que el alma dura para siempre. Crea o no, no quedará libre del abismo profundo y no escapará del fuego, si en vida, eligió irse para allá.
El hombre gasta todo lo que tiene en la vida para evitar partir de este mundo. Y muchos temen hablar de este tema, pero el número de muertes diarias es alarmante, y la Biblia destaca categóricamente que poquísimos escaparán del infierno.
Si se detiene a pensar, no sirve de nada vencer en la vida, tener una empresa o una carrera o una empresa de éxito, diplomas, conquistas materiales y personales, una familia aparentemente estructurada, salud perfecta, fama y éxito, belleza, ser deseado por hombres y mujeres si no logra vencer la última batalla de la vida, que es la muerte (lea 1 Corintios 15.26).
Entonces, ¿cómo vencer ese enemigo? ¿Cómo pasar por la muerte y salir ileso? Solo conoce las instrucciones de cómo dominarla aquellos que reciben el Espíritu Santo de Quien Ya la venció. Pero esas instrucciones tienen un precio a pagar: la entrega de su cuerpo, alma y espíritu, además de una obediencia incondicional al Autor de la vida.
Usted ¿quiere dejar de temerle a la muerte?
Aquí está el secreto: “Así que, arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados…” Hechos 3:19
Usted, ¿está preparado para enfrentar la muerte, sin miedo a atravesarla?