La influencia en el comportamiento de los niños
Las escondidas, el policía y el ladrón, la rayuela… Los juegos infantiles que formaron parte de lo cotidiano de los más chicos, hace décadas atrás, están cayendo en el olvido y la tecnología, tomó la posta: computadora (Internet), videogames, iPhone, iPad, IPod, entre las tantas novedades que no dejan de surgir. Mientras tanto, los cambios van mucho más allá: se nota la pérdida del respeto a la figura del profesor, que siempre fue tan admirada por los alumnos pequeños.
La psicóloga Sylvia van Enck Meira, terapeuta de familia y matrimonios, y profesora de psicología clínica de la Universidad de San Pablo (USP), afirma que no es difícil notar las diferencias en el comportamiento de los pequeños en relación a 10 o 20 años atrás. “El período de la infancia se muestra diferente con el pasar de los años por influencia de innumerables variables, una de las más destacadas: el desarrollo de los recursos ofrecidos por la tecnología”, puntualiza.
Según la especialista, hábitos como llamar a un amigo; juegos infantiles que favorecen la creatividad y la socialización o la comunicación presencial, que estimula los diferentes sentidos, sufrieron los avances de la modernidad.
La profesora afirma que el cambio empieza a ser nocivo cuando las actividades comunes de la infancia son sustituidas por la computadora. “Es importante que haya un equilibrio. Una no substituye a otra, se complementan.”
Para Sylvia, Internet, con sus amplios recursos, contribuyó mucho para las áreas de la investigación científica y búsqueda de información en general; provocó un crecimiento en el área social, acercando a personas de diferentes lugares del mundo; y favoreció el entretenimiento. “La tecnología es importante, pero todo en exceso es nocivo. Por este motivo, es fundamental que los padres mantengan las otras actividades no virtuales dentro de la rutina de los niños, ya que el equilibrio de las diferentes acciones son las que ayudan a la salud física, emocional y a una buen relación social.”
Sedentarismo
Hasta el comienzo de la década del `80, era muy común ver a niños saltando en la calle con bolitas, con barriletes, saltando la soga, etc. Hoy, se ve que cada vez están más sedentarios, pasando gran parte del día frente a las computadoras, TV, videogames, etc.).
El resultado es que están muy obesos, llegando al extremo de no dejar los equipos electrónicos ni siquiera para comer. “Para evitar que la tecnología perjudique la salud e influya en las costumbres familiares, lo ideal es establecer límites”, orienta.
Cambios de rutina
Antiguamente, la hora de la comida era el momento que los miembros de las familias se reunían para intercambiar ideas y contar sus experiencias del día. Pero este hábito es cada vez más raro. Los chicos están dejando las principales comidas en la compañía de sus padres (que era cuando podrían conversar) para quedarse frente a algún aparato electrónico de los mencionados.
Programación infantil
En el pasado, había muchos programas de televisión con sello infantil, pero hoy están cada vez más ausentes. Solo los padres con condiciones financieras pueden disponer de televisión por cable y ofrecer a sus hijos un contenido más constructivo (programas educativos infantiles y dibujos animados).
Web vs. Escuela
En las escuelas, cada vez más alumnos tienen la tecnología para dar soporte a los estudios. Hasta hace un par de años, los estudiantes hacían sus trabajos de manera manual y muchas veces con base en investigaciones hechas en bibliotecas. Hoy, esas tareas son realizadas utilizando la computadora, con los editores de texto que hacen buena parte del trabajo de corrección ortográfica y gramatical. Eso si el estudiante no opta por copiar todo el contenido deseado de Internet.
Para la maestra en psicología clínica, la tecnología, como una forma de ayudar en los estudios, no es prejudicial. “Sin embargo, es necesario que los trabajos sean seguidos, especialmente, por los padres y por los profesores.”, sostiene. El inmediatismo tecnológico viene perjudicando el nivel de escritura de los niños y jóvenes. Los softwares de mensajes instantáneos, por ejemplo, promueven vicios en la escritura y el uso cada vez mayor de jergas idiomáticas.
El resultado es una generación de estudiantes que dejó de escribir el castellano correcto. La forma de escritura utilizada en las conversaciones está invadiendo las aulas y haciendo que los alumnos utilicen un sublenguaje que incluye términos como “Dsps” que significa Después, “Xq” para abreviar Porque, “Ktl” para abreviar Que tal, “Tkm” que es Te quiero mucho o “Wnas” para abreviar Buenas, etc. Sylvia afirma que es necesario que se estimule la lectura y la composición de textos. “Cabe al profesor y a los padres hacer que estas actividades sean amenas”, aconseja.