Se trata de una réplica holandesa en tamaño real y con animales de verdad, puede presentarse en las aguas de Támesis durante los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos; y ya está abierta al público
En 1992, una grande tempestad causó muchos daños a la región costera Norte de Ámsterdam, en Holanda. Gigantescas olas barrieron los Países Bajos llamados así por estar por debajo del nivel del mar. Como resultado de este aterrador fenómeno, el holandés Johan Huibers, dueño de una empresa de construcciones, tuvo una idea fija: reconstruiría el Arca de Noé.
El hecho es más interesante aun por el hecho de que tal tempestad sucedió en un impactante sueño que tuvo Johan. Fue entonces que decidió encarar la construcción de la gigantesca embarcación, aunque su esposa se opusiera.
El planeamiento comenzó en 1992. Johan investigó arduamente la Biblia, varios libros sobre el arca, trabajos académicos y mucho material audiovisual, como documentales, incluyendo algo esencial: comenzó a juntar dinero. La construcción comenzó en el 2005. Las primeras piezas de pino sueco, la madera que más se parecía a la utilizada en el arca original, llegó por el puerto de Schagen, y allí mismo, región de inmensos astilleros, el barco comenzó a tomar forma.
La réplica era grande, pero modesta en comparación a las medidas originales. Tenía “apenas” 9 metros de largo, 13 de altura y 70 de ancho. Después de 1 año, voluntarios y hasta el hijo de Johan, se juntaron en la obra los días sábados. El “Arca de Huibers”, como empezó a conocerse, abrió sus puertas al público en abril del 2007. La diferencia entre la réplica holandesa y las prexistentes es que ésta, realmente flota. Fue construida sobre una enorme base, como una balsa, impulsada por remolcadores. En 3 años y medio, el arca estuvo en 21 lugares de los Países Bajos y recibió más de 600 mil visitantes a bordo.
Pero Huibers no pretendía rescatar animales y personas pensando que llegaría otro diluvio, porque Dios le prometió a Noé que eso no ocurriría (Génesis 8:21-22). El arca se transformó en una especie de una especie de parque temático flotante, pero tampoco era ese el objetivo del constructor, sino “mostrarle a las personas que existe un Dios que nos ama y que tiene un plan para nuestras vidas”, explicó en la declaración registrada en el sitio del proyecto.
Después del primer período de viajes, Johan le transfirió su arca a una organización que continuó el trabajo. Pero ese acto, estaba muy lejos de que desistiera o que estuviera cansado.
El Tamaño Real
El equipo que construyó la “mini-arca”, al no tener que ocuparse de su mantenimiento, podía entregarse totalmente a otro proyecto: construir una nueva Arca de Noé, pero con las medidas originales de la Biblia. Después de todo, esa era la pretensión original de Huibers, que había optado por una menor, por razones financieras y operativas.
Contando con la experiencia del trabajo anterior, comenzó el nuevo proyecto. Empezó las investigaciones nuevamente y los trabajos comenzaron en el 2009. La intención era crear el Arca de Noé con el máximo de fidelidad posible. En los comienzos del 2012, la embarcación abría sus puertas para el público, aun faltándole algunos detalles.
El equipo puso 1600 animales artificiales por todo el navío, siguiendo las instrucciones bíblicas y toda la documentación reunida por Johan. Con aproximadamente 30 metros de largo, 23 de altura y 135 de ancho (cerca de la mitad de lo que medía el monumental transatlántico Titanic, naufragado hace 100 años), el colosal barco flota al igual que la réplica anterior. El Arca de Huibers se terminó en julio de este año, en Dordrecht, Holanda.
Y su próximo destino ya está programado: Londres.
Juegos Olímpicos
Johan Huibers pretende navegar por el Támesis, el gran río que corta la capital inglesa (foto), durante los Juegos Olímpicos del 2012 que se realizarán desde el 27 de julio al 12 de agosto; y permanecerá allí durante los Juegos Paraolímpicos de Verano, entre 29 de agosto y el 9 de septiembre. Ya se pidió la autorización correspondiente a la prefectura londinense. Desde su ingreso por Londres, otros países europeos también pueden tener la posibilidad de su visita.
En una entrevista a “The New York Times”, Huibers reveló la intención de poner a bordo, animales de verdad y abrir el arca al público. El barco tiene dos auditorios con capacidad para recibir cerca de 1500 personas, y tiene tres capas de barniz especial antincendios. Según su constructor, siguió todas las normas de seguridad modernas.
Los visitantes pueden ver una réplica de los aposentos de Noé, además de otras reconstrucciones.
Otra de las intenciones del holandés, hoy de 60 años, es que su Arca de Noé renueve el interés por el cristianismo en su país.
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