Es imposible señalar cómo y en qué época surgió el vino. Sin embargo, los arqueólogos aceptan la acumulación de semillas de uva como posible evidencia de la elaboración de la bebida. En excavaciones en Siria, el Líbano y Jordania se descubrieron semillas de la Edad de Piedra. Por otro lado, en la época del Señor Jesús, el vino era popular: es citado varias veces en la Biblia y, ciertamente, formó parte del menú de la última cena.
Si los antiguos aprobaban la bebida, investigaciones recientes comprueban las ventajas para la salud de su consumo moderado. El producto es beneficioso para reducir los riesgos de enfermedades cardiovasculares, pues aumenta los niveles de colesterol bueno (HDL), reduce el riesgo de formación de coágulos y posee efecto antiinflamatorio.
¿Por qué tomar vino moderadamente?
Según el médico, enólogo y ex profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), Júlio Anselmo, el consumo diario de 15 a 30 gramos trae efectos positivos para el organismo. “Son recomendadas hasta dos copas para los hombres y una para las mujeres. Las personas con problemas hepáticos, diabetes, intolerancia al alcohol y alteraciones metabólicas no deben consumirlo.”
La bebida contiene polifenoles, sustancias presentes en la uva, que mantienen la actividad celular. “Estos disminuyen la muerte de las células y también evitan las reacciones de oxidación maléficas. El consumo moderado, por lo tanto, está relacionado con la longevidad”, dice el doctor.
El médico alerta que hay una diferencia entre el consumo de los vinos blanco y tinto: “Los polifenoles están presentes, principalmente, en la cáscara y la semilla de la uva. El vino blanco es hecho solo con el jugo de la uva y tiene mucho menos polifenoles. En cambio, el vino tinto, que obtiene ese color por la cáscara de la fruta, tiene bastante concentración de esa sustancia. La protección es mucho mayor.”
El vino ayuda también a controlar el peso y prevenir los efectos negativos del sedentarismo. “Hay investigaciones que muestran que, en áreas de consumo de vino, hay menor incidencia de cáncer, osteoporosis – principalmente en mujeres en el período después de la menopausia – y Alzheimer”, afirma Anselmo.
Lo que dice la Biblia
Algunas personas creen que cualquier ingesta de alcohol es una actitud pecaminosa y que no debe ser practicada por los cristianos. En cuanto a eso, la Palabra de Dios dice que no debemos juzgar a las personas por lo que comen o beben. Las actitudes deben ser tomadas con la conciencia limpia, sin traerle condenación a la persona. Para todo es necesario tener discernimiento.
“Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido.” (Romanos 14:2-3)
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