Investigadores del aseguraron que el alto contenido de compuestos antioxidantes de la yerba mate evitan la pérdida de los glóbulos rojos de la sangre
El fue publicado en la revista Phytotherapy Research y sostiene que la yerba mate prevendría la ruptura de los glóbulos rojos en el proceso conocido como estrés oxidativo.
Claudia Anesini, investigadora independiente del Conicet en el de Química y Metabolismo del Fármaco (Iquimefa), explicó que “la yerba mate contiene polifenoles que tienen acción antioxidante”.
El informe del Conicet explicó que esos compuestos previenen que ciertas formas de oxígeno, como los radicales libres, destruyan la membrana de los glóbulos rojos.
Esa situación ocurre frecuentemente durante un proceso conocido como estrés oxidativo, donde los radicales libres producidos por el organismo superan su capacidad de eliminarlos.
Anesini precisó que “una persona sometida a estrés oxidativo puede entrar en una situación de anemia por hemólisis (rotura) de los glóbulos rojos” y añadió, que “el mate sería entonces un factor que ayuda a prevenirlo”.
El estrés oxidativo está asociado al desarrollo o exacerbación de ciertas enfermedades como la diabetes, Alzheimer, Parkinson y el síndrome metabólico, un de factores que aumentan la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes.
Algunos de estos factores de riesgo son obesidad, hipertensión y niveles elevados de y lípidos en sangre, entre otros.
Rosana Filip, investigadora en el Iquimefa y una de las autoras del estudio, reiteró que “un gran número de patologías están asociadas al estrés oxidativo”.
La estimó que “con tomar casi un litro diario de mate se ayudaría a prevenir” la ruptura de los glóbulos rojos.
Pero además de sus efectos sobre los glóbulos rojos, el trabajó sobre la acción de la yerba mate en glándulas salivales de ratas.
Anesini explicó que “la yerba modula la liberación de enzimas antioxidantes, que contribuiría a controlar la cantidad de microorganismos bucales y el nivel de peróxido que producen”.
“Esto es importante en enfermedades como la diabetes, que cursa con mucho estrés oxidativo o patologías bucales como la periodontitis”, aseguró.
Durante la investigación también descubrieron que no es lo mismo consumir la de yerba cuando está que después de su procesamiento industrial.
Filip señaló que “en algunos modelos in vitro observamos que la hoja verde tenía mayor antioxidante, aunque aún hay que investigar que ocurre en el organismo humano”.
Destacó que “también es necesario investigar cómo las sustancias resultantes del metabolismo de la yerba actúan a nivel de la expresión de determinados genes y su posible impacto en diferentes patologías como Alzheimer, Parkinson, diabetes”.