Rubén volvía a su casa, apenas podía caminar, había tomado y estaba drogado. Mientras intentaba comprender cómo se había convertido en aquello que más odiaba, su papá. Entonces empezó a recordar cuando era un niño, que escondido veía a su padre alcohólico golpeando a su mamá, lloraba pero en silencio, no quería que ese hombre horrible lo escuchara. El odio creció en su pecho llegó a la puerta de su casa y buscó en su esposa consuelo, ella se negó, su marido se había ido toda la noche y ella estaba desesperada, ahora volvía sin explicaciones y drogado. Él se enfureció, la levantó a rastras y la obligó a dormir afuera. Ella estaba destrozada, no soportaba más vivir así, lo amaba tenían hijos, pero sentía que nunca podrían ser feliz juntos…
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