No siempre la edad cronológica de las personas es compatible con la edad biológica. Por eso, es difícil entender el hecho de que muchas mujeres en sus 30 años tienen una apariencia envejecida, cansada, con la piel opaca, sin lozanía, mientras otras, con 50 años o más, están derrochando belleza y disposición.
La diferencia puede estar en el estilo de vida elegido por cada una de ellas. La cuestión alimentaria, por ejemplo, ejerce influencia directa en la estética, el bienestar, la salud y la longevidad del ser humano.
Según la nutricionista funcional Flávia Cyfe, especialista en dietas desintoxicantes, los alimentos funcionales que contengan sustancias antioxidantes proporcionan una vida mejor y, consecuentemente, una apariencia más saludable.
“Nosotros realmente somos lo que comemos y, probablemente, viviremos más tiempo mientras nos alimentemos bien, a no ser que algún incidente suceda en medio del camino”, destaca Flávia.
Según ella, los alimentos con buena concentración de antioxidantes combaten a los “malvados” radicales libres, que anticipan el envejecimiento. Frutas rojas, acai, vegetales verdes, amarillos y naranjas con ejemplos de esa clase de nutrientes.
La uva rosa, sinónimo de longevidad
“La uva rosa es la fruta roja vedette cuando hablamos de longevidad, pues en su cáscara y semillas existe un antioxidante estupendo, amigo de la juventud, llamado resveratrol. Él hace aumentar el tiempo de vida”, afirma la nutricionista.
Además de eso, ella expone que el vino tinto o jugo de uva natural proporciona más tiempo de vida para quienes lo consumen.
Los alimentos antiinflamatorios deben ser consumidos a voluntad. Ellos son representados por la cúrcuma, el ajo, el jengibre, el té verde, las manzanas y semillas de lino, por ejemplo.
Flávia explica que el envejecimiento es caracterizado por un proceso inflamatorio de nuestro organismo, que no causa síntomas aparentes, sino internos.