El problema está relacionado con los tratamientos químicos, las dietas y la menstruación
La calvicie ya no es más solo un temor de los hombres. Hoy en día, muchas mujeres también han sufrido con la rarefacción capilar, que puede comenzar a partir de los 18 años de edad, causada por la caída marcada de cabellos sin que suceda una reposición natural de los mismos.
Según estadísticas, por lo menos el 70% de los hombres y el 15% de las mujeres presentarán algún grado de calvicie durante su vida.
La alopecia androgenética, como es conocida por los especialistas, es causada por factores hereditarios y genéticos, provenientes del lado materno, paterno o de ambos.
Según el dermatólogo Arnaldo Korn, es posible que esta tendencia genética saltee una generación entera o afecte a un hermano y a otro no.
Felizmente, existen varias maneras de tratar el problema. Generalmente, los dermatólogos prescriben el uso de vitaminas y otros productos específicos que ayudan a fortalecer los pelos, previniendo la caída del cabello.
Para los casos más complicados, hay una opción de cirugía de transplante capilar, que utiliza la técnica de microinjerto pelo a pelo.
“Muchas mujeres no optan por estas técnicas por falta de información o por que les parece que es solamente indicada para los hombres. Los resultados son excelentes y, devuelven la autoestima y el placer de vivir en sociedad”, afirma Korn.
El origen del problema
De acuerdo con el dermatólogo, la mayoría de las veces, la calvicie masculina tiene origen genético. En el caso de las mujeres, sin embargo, son numerosos los factores que influyen en el comportamiento de los cabellos.
La menstruación, el embarazo, el uso de pastillas anticonceptivas y las frecuentes dietas provocan desbarajustes significativos en el cuerpo y el cuero cabelludo del público femenino. Incluso el estrés del día a día interfiere en la caída del cabello.
“El cabello es básicamente queratina, que es una proteína. Por lo tanto, dietas pobres en proteínas o de bajo valor biológico afectan y mucho la vitalidad de los cabellos, lo que generalmente sucede en regímenes sin supervisión médica”, alerta Korn.