Conversar es esclarecedor, es la oportunidad de conocer al otro, sus motivaciones, necesidades y sentimientos. Por eso, el diálogo es la base de todo, es lo saludable de la relación. Sin embargo, no basta hablar, es necesario decir la verdad.
Es eso lo que explica la psicóloga Débora Cristina de Macedo Jorge: “La verdad tiene que estar en primer lugar. Pero tenemos que saber cómo hablar, para no lastimar al otro, sin esconder nada.”
Hay muchas mujeres que dicen: “Mi marido no necesita saber todos los detalles.” Para Débora, ese tipo de actitud es un escape de la verdad completa. “Generalmente la mujer o el hombre que no cuenta alguna parte de la historia está escondiendo algo importante y, por eso, está viviendo mal su matrimonio.”
Es por la falta de diálogo o por las medias verdades que muchos desacuerdos y desencuentros pueden darse en la vida conyugal. “La ausencia de la conversación trae el desconocimiento del otro, no se sabe qué piensa, cómo vive. Eso genera inseguridad, y la desconfianza trae las peleas”, aclara la psicóloga.
¿Qué contarle a la pareja?
Esto le sucedió a una abogada laboral, de 38 años, que prefirió no identificarse. “Yo no lograba decirle toda la verdad a mi marido. Pensaba que discutiría conmigo por algún detalle, por alguna actitud mía que desaprobara. Pero, cuando lo descubrió, las discusiones comenzaron porque él quería saber el motivo por el cual yo no le había contado todo. Mi matrimonio fue una confusión, solo porque yo no sabía qué más podría hablar con él. La desconfianza avanzó y hoy estamos separados.”
Según la psicóloga, lo contrario también puede suceder, cuando hay un deseo de dialogar pero el otro no se abre para eso. “En este caso, se necesita mucha perseverancia y paciencia. Hablar poco y lo necesario, pero siempre siendo verdadero, mostrará la necesidad de diálogo.”
Para eso también es necesario saber el tono de voz que debe usarse en la conversación. “Es lo que va a transformar la conversación en diálogo o en discusión. Las personas necesitan tener equilibrio y saber usar las palabras correctamente, para no excederse”, enseña Débora.
Además del tono de voz, hablar demasiado también puede ser perjudicial para la relación. “Generalmente, quien exagera es la mujer y ella tiene que saber en qué momento hablar y qué decir. Está claro que exite el marido que quieren saber todo lo que la esposa hace durante el día, él que no le gusta y el que no quiere contar nada. La mujer también tiene que entender que, al contar lo que pasó durante el día, el hombre revive el estrés en medio del cansancio. Para el hombre es muy agotador”, finaliza.
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