Mercedes cuenta: “Tenía enfermedades en los huesos, no podía mover las manos ni las piernas, además sufría con nerviosismo, dolores de cabeza constantes, también tenía ataques de asma que se agravaron por una sinusitis crónica. Todo esto me impedía trabajar, estaba muy deprimida, tenía ataques de pánico y llegaron a internarme en una clínica psiquiátrica. Esta situación me generó muchas deudas, estaba prácticamente en la ruina, debía alrededor de 50.000 dólares.
Gracias a Dios, conocí la Reunión de los Casos Imposibles, porque el mío, verdaderamente, era un caso que no tenía solución, no había nada ni nadie que pudiera sacarme del fondo del pozo.
Perseverando mucho, poniendo en práctica lo que aprendí en la reunión, fui saliendo adelante, recuperé mi trabajo, pagué las deudas, recuperé mi casa, estoy completamente sana, libre del sufrimiento y mi familia está bendecida. Mi vida está completamente restaurada”.
Prepárese para la Gran Concentración que se realizará el próximo sábado 10 de noviembre a las 15.