“Te alabaré, oh Señor, entre los pueblos; ?A ti cantaré salmos entre las naciones.
Porque más grande que los cielos es tu misericordia, ?Y hasta los cielos tu verdad.
Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios, ?Y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria.”
Salmos 108:3-5
La NASA, agencia espacial norteamericana, ha realizado más investigaciones en los últimos años con respecto al campo magnético terrestre. Él produce una especie de “campo de fuerza” que nos protege de la mayor parte de la radiación solar. El sol incide sus rayos sobre nuestro planeta, llenos de luz, calor y radioactividad, cuyo exceso es bloqueado por el “colchón magnético” del campo terrestre. Es más o menos como si la Tierra fuera un objeto en un túnel de viento, donde el aire pasaría alrededor de la esfera y continuaría su curso después de ella, sin causar mayores daños.
El choque de las partículas solares sobre el campo magnético terrestre produce uno de los más bellos efectos luminosos en las regiones cercanas a los polos del planeta, llamado Aurora Boreal (en el norte) o Austral (en el sur). Coloridas ondas de luz iluminan el cielo nocturno, un espectáculo inolvidable. El video de abajo muestra un poco las auroras vistas del suelo y de la Estación Espacial Internacional (ISS) – aun sin subtítulos, vale la pena ver las bellas imágenes:
Ese campo magnético, llamado magnetosfera por los científicos de la división de Heliofísica de la NASA, también producen sonidos característicos. Recientemente, la agencia divulgó una grabación de esos ruidos, que bautizaron “El Coro de la Aurora”. Los científicos cristianos de la NASA lo compararon a un coro de ángeles exaltando a Dios, y mencionaron un pasaje bíblico citado en el comienzo de este artículo.
Una sonda de Heliofísica de la agencia captó los sonidos con sus receptores. Según investigadores de la Universidad de Iowa, se parece al sonido de miles de aves cantando al mismo tiempo, y es más fácil escucharlos en las primeras horas de la mañana, producidos por la fricción de las partículas energéticas de las capas más altas de la magnetosfera.
En breve, los satélites gemelos estudiarán los cinturones magnéticos del planeta, colocados en dos grandes arcos de la magnetosfera que circulan de polo a polo.
La propia naturaleza exalta a Su creador, literalmente por encima de los cielos, con espectáculos visuales y sonoros que Él mismo hizo que existieran, compartiéndolo con nosotros.