El arrepentimiento es el sentimiento o pesar por faltas o errores cometidos, el sincero pesar de algún pecado cometido. No obstante esa definición sea absolutamente correcta, en su forma práctica ella es mucho más significativa, expresiva y profunda, de tal manera que crea una verdadera transformación en la conducta de las personas.
Su definición puede ser abstracta, pero sus efectos son notorios. Es exactamente en sus efectos, que podemos constatar las grandes diferencias con otro sentimiento que tiene apariencia semejante: el remordimiento.
Por lo tanto, son muchas las personas que se ilusionan por el hecho de sentir remordimiento en vez de arrepentimiento. Cuando alguien comete un pecado y se arrepiente de verdad, nunca más lo cometerá; si apenas siente solamente remordimiento por el pecado cometido, ciertamente, más tarde, va a cometer el mismo pecado y quizás muchas veces, hasta se arrepienta.
Es el caso de Judas Iscariote, que sintió solamente remordimiento por haber traicionado al Señor Jesús:
“Entonces Judas, el que lo había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos…” Mateo 27:3
Entonces, si el remordimiento no pasa de un sentimiento de culpa cobrado por la conciencia, él solamente puede producir un malestar durante un cierto período de tiempo, el que luego será olvidado. Nada más.
Pero el arrepentimiento es diferente e implica cambios de comportamiento en relación al error, lo que debemos ver a continuación.
Características del arrepentimiento
1 – Ver el pecado – Para que exista arrepentimiento es necesario, en primer lugar, que la persona equivocada considere su error, es decir, es necesario que ella asuma su error con coraje, analizando la razón por la cual cometió aquel delito y dónde fue que comenzó a caer en el pecado.
Muchos intentan limpiar la mente por medio del olvido; y aquellos que proceden de esta manera, tienen la ayuda especial del diablo, porque él tiene interés en que el pecado no sea confesado, para que las personas puedan cometerlo nuevamente.
Una de las cosas más difíciles es que la persona pueda admitir su pecado o error. A partir del momento en que lo hace, eso se lo debe al Espíritu Santo que está actuando, llevándolo al convencimiento, porque:
“Y cuando él venga convencerá al mundo de pecado…”
Juan 16:8
2 – Confesar el pecado – Luego de admitir el pecado, la persona necesita confesarlo lo más rápido posible, para que el mismo sea eliminado. La Biblia afirma:
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1:9
Si admitimos el pecado y no lo confesamos, entonces él queda guardado en el «depósito» del corazón; más tarde, este pecado atraerá más pecados… Es como el demonio, cuando entra en la vida de alguien y atrae a otros peores que él.
3 – Detestar el pecado – Si la persona comete un pecado y luego de aceptarlo y confesarlo no toma la actitud de odiarlo, entonces le volverá a golpear más fuerte en la puerta de su corazón y forzará en forma insistente su entrada.
El gran problema es que el pecado casi siempre tiene el sabor de la miel al comienzo, pero al final es como la hiel, y sus sinsabores son tantos, que no vale la pena practicarlo.
Para que quede realmente caracterizado el arrepentimiento, en forma definitiva, hay que odiar y abandonar el pecado, hasta porque…
“El pecado no se enseñoreará de vosotros…” Romanos 6:14
Por eso mismo, no podemos jamás dejarnos llevar por su astucia. Dios es quien nos conduce al arrepentimiento, de acuerdo como está escrito:
“¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y generosidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?” Romanos 2:4
Entonces, si el arrepentimiento es un don de Dios y una condición que Él nos ofrece para podernos encaminar con Él, ¿cómo podremos entonces no considerar Su bondad omitiendo el arrepentimiento en toda su plenitud? Es cierto que cuando procedemos de esta manera, estamos resistiendo al Espíritu Santo, el agente que nos lleva al arrepentimiento.