Fue inaugurada el 10 de diciembre una réplica en tamaño real del Arca de Noé, en Holanda. La lluvia que caía en ese momento no podría ser más pertinente, según el creador de la embarcación, el holandés Johan Huiers.
La historia del Arca original, contada en Génesis (en el Antiguo Testamento), cuenta que Dios le ordenó a Noé que construyera un gran barco capaz de albergarlo a él, a su familia, y a los animales de todas las especies, durante una gran inundación que alcanzaría a toda la Tierra.
En la réplica de la embarcación, que mide 130 metros de longitud, 29 metros de ancho y 23 de alto, el holandés buscó pasar las medidas contenidas en la Santa Biblia. El resultado puede no tener las condiciones para cargar todas las especies de animales del planeta, pero tiene espacio suficiente para albergar elefantes, jirafas y otras mascotas domésticas y salvajes.
Para Huibers, la finalización del proyecto concreta un sueño de 20 años y tiene el objetivo de demostrarle a las personas la historia de la humanidad y el poder de la fe del personaje bíblico.
En el espacio principal del Arca, donde hay varios establos y un bosque de pinos, los visitantes pueden observar una serie de animales de peluche y plástico, como búfalos, cebras, gorilas, leones, tigres y osos. En otra parte hay un zoológico con animales de verdad, como ponis, ovejas, conejos y una vasta colección de aves exóticas.
El gran barco se encuentra atracado en la ciudad de Dordecht, al sur de Rotterdam, en Holanda. Se estima que el arca reciba un promedio de 3 mil visitantes por día.