La polémica pregunta fue planteada por la revista estadounidese Fortune por el alza del desempleo. Sostiene que hay cada vez más profesionales calificados que aceptan la opción para asegurarse un trabajo
“Quienes trabajan gratis tienen más ambición, más hambre que aquellos que perciben un salario. Y además son más creativos”… Esta es una de las afirmaciones recogidas recientemente por la revista Fortune para documentar una tendencia esperanzadora o peligrosa (según se mire) del mercado de trabajo que surge tras unos cambios vertiginosos.
Cada vez más gente está dispuesta a trabajar sin percibir un sueldo. No se trata de pasantías, prácticas o jóvenes recién licenciados que buscan su primer empleo.
Se trata de profesionales, más o menos cualificados, que persiguen la promesa de un puesto futuro, una experiencia profesional o un impulso a su autoestima, sobre todo en tiempos difíciles. Y están dispuestos a hacerlo sin cobrar.
La cuestión es qué tipo de sociedad y de mercado de trabajo puede crear una tendencia como esta. Qué clase de nueva relación se establecería entre empleadores y empleados si este fenómeno prosperase y se hiciera algo común. Lo cierto es que según Fortune, algunos expertos hablan del trabajo gratis como “una corriente de futuro en recursos humanos. Algo que en una década será la norma”.
Carlos Delgado, presidente de Compensa Capital Humano de España, cree que “aunque la retribución clásica entendida sólo como salario ha muerto -deberíamos hablar de compensación total-, esta tendencia de trabajar gratis no es realmente sostenible. Puede resultar interesante en un momento como el actual, en el que muchos apuestan por una formación gratuita, pero se trata más bien de un fenómeno circunstancial. El empleador le pedirá a esa persona que se quede finalmente en su empresa, y está claro que no podrá estar siempre sin cobrar. Y de todas formas, aunque sea gratis, no se puede tener a alguien que haga mal las cosas”.
Algunos expertos creen que trabajar gratis será norma en una década.
Paco Muro, presidente ejecutivo de Otto Walter España, afirma que el esbozo de esta tendencia “es como si un buen trabajador desempleado le pidiera a un empresario: ‘Déjeme un hueco en su empresa por unos meses para que le demuestre que sí es rentable que me contrate, y si me lo gano, me lo paga’. No parece un mal intercambio tal como están las cosas. Al menos, merece una reflexión”.
En la línea de abrir nuevas vías y seguir nuevos conceptos, Paco Muro opina que las circunstancias económicas actuales favorecen una revolución en el concepto de trabajar con un sueldo fijo desde el primer día.
Muro cree en la llegada de tendencias que nos llevan hasta el ajuste de los sueldos en función de la productividad, en vez de asociarlos a índices externos: “El gran salto que podría comenzar es aún mayor. Se trata de ‘trabajar gratis’ o, dicho de otra forma, cobrar en función de los resultados aportados”.
Hay quien piensa que esta tendencia no es sostenible y decaerá cuando termine la crisis. El presidente de Otto Walter recuerda que “uno de los enormes frenos a la contratación en la actualidad es que las empresas deben pagar el sueldo completo a un nuevo trabajador sin saber si va a aportar valor y a cumplir con su tarea.
Muro se pregunta qué pasaría si se fomentara una fórmula en la que los profesionales desempleados con valor y experiencia pudieran ofrecerse a las empresas a resultados: “Mal interpretado puede parecer escandaloso, polémico, o abusivo, pero conviene recordar que esta fórmula ya existe desde hace muchos años en otros formatos, y alguno de ellos es un gran éxito de empleabilidad en países como Inglaterra. Es el caso de los vendedores, de los autónomos y de los freelance, una solución muy extendida en Reino Unido que implica que un profesional trabaje sin sueldo para proyectos concretos y sólo cobre en función del resultado. La gran ventaja es que encuentran puestos con suma facilidad, ya que no existe compromiso de continuidad; su productividad y orientación a la aportación de valor es total y las empresas están encantadas de darles diversos trabajos, por lo operativo de esta alternativa”.
Por suerte para algunos, no todos los especialistas piensan igual. José María Gasalla, director del programa de gestión de talento de Esade, plantea algunas cuestiones que todos nos deberíamos tomar en serio desde nuestro propio empleo: “Cuando uno tiene trabajo no está de más preguntarse si te respetan; si realmente te valoran; si aprendes y potencias tu capital personal; y si ese puesto tiene sentido para tu vida”.
Gasalla cree que “un profesional se tiene que hacer valorar, y esto empieza por una remuneración”, pero dependiendo de las respuestas que demos a cómo es nuestro trabajo, hay quien puede plantearse algunas opciones “especiales”.
Para Gasalla, en determinadas circunstancias ese trabajo sin sueldo “puede ser una pequeña inversión personal. Uno va a ser más empleable actuando de esa manera. Y también puede servir para estar al día cuando uno se da cuenta de que no hay muchas posibilidades laborales”.
El experto añade que “siempre será mejor trabajar sin remuneración que quedarse en casa. La cuestión es durante cuánto tiempo. Cuando hagamos eso debemos tener garantías de que es para entrar finalmente en una organización y no para facilitar el hecho de que seamos explotados”. Infobae